Una de las medidas que tomó la nueva Corporación del Ayuntamiento de Madrid hace algunos meses fue la de regular los 'presentes' que recibían tanto los políticos como los funcionarios. Al margen del traje de Camps y los "cohechos impropios", las empresas han reducido el envío de regalos por Navidad, que hace algunos años llegó a ser escandaloso.
Desde hace algunos días corre por la red la carta que la alcaldesa Manuela Carmena ha enviado a una de las personas que le hizo llegar un regalo navideño. Fuentes municipales indicaron que la copia no ha salido del Ayuntamiento y añadieron que ha sido el destinatario quien la ha hecho pública por Internet. Las mismas fuentes confirmaron que contestar de esta manera es una práctica que la regidora ha puesto en marcha desde su llegada al Ayuntamiento.
En concreto, la alcaldesa le agradece a su amigo la Guía Melendo del Champagne que le ha enviado, pero recuerda a su interlocutor que "las autoridades no debemos aceptar regalos". "Por eso te pido de corazón que las felicitaciones que me alientan y me animan sean sólo palabras".
Carmena destinará la guía que le envió un amigo a alguna biblioteca municipal
Carmena informa a su amigo que la guía que le ha enviado, “y esperando que sea de tu aprobación”, será destinada a alguna biblioteca municipal para que los ciudadanos puedan disfrutarla. La Guía Melendo del Champagne tiene un precio de 23,75 euros, casi la mitad de lo que el Ayuntamiento aprobó que se podía aceptar como “cortesía” el pasado noviembre.
Un escándalo
Un exconcejal del Ayuntamiento explicó a este periódico que en los "buenos tiempos" los regalos, especialmente cajas de vino y jamones de primera calidad, eran constantes. Los proveedores se sentían obligados a hacer este tipo de presentes que alcanzaban a toda la estructura municipal. “Gallardón y la crisis acabaron con esta práctica, aunque yo vi cajas en algunos despachos después de las primeras prohibiciones”, añadió este edil.
El acuerdo del Ayuntamiento que establece un protocolo para los obsequios fue aprobado en Junta de Gobierno del equipo de Ahora Madrid en noviembre del año pasado. Entendía por regalo “todo obsequio, ventaja, beneficio, favor o concepto equiparable, de cualquier naturaleza y denominación, que dichas personas reciban en consideración al cargo que desempeñen, ya sea para sí mismos o para su círculo personal o familiar”.
“Las personas comprendidas dentro del ámbito de aplicación no podrán recibir, directamente o a través de terceros, ningún tipo de regalo, salvo las muestras de cortesía habitual o atención protocolaria”, señalaba el protocolo. Añadía que “únicamente serán consideradas muestras de cortesía habitual o atención protocolaria los regalos comprendidos dentro de los usos y costumbres sociales”.
El protocolo establece que cualquier regalo que no reúna ciertas características "se devolverá a quien lo haya ofrecido"
“Estos regalos –añadían- no podrán sobrepasar el importe de 50 euros, fijando en 150 euros el límite del valor de los regalos que pueden ser aceptados durante el periodo de un año procedentes de la misma persona física o jurídica”.
El protocolo establecía que cualquier regalo que no reuniera las características mencionadas, “se devolverá a quien lo haya ofrecido y en el caso de que no sea posible, se entregará a una entidad sin ánimo de lucro”. Cuando no sea posible la devolución “serán declarados e inscritos en el Registro de Regalos” y se publicitarán en el Portal de Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Madrid con la identidad de la persona que lo ha enviado y la persona a la que se dirigía.
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