Hay momentos en los que uno quiere hacerse olvidar. Tras una campaña feroz contra su oponente François Hollande, la amarga derrota en la elección presidencial de Nicolas Sarkozy ha dejado al 'hiperpresidente' al límite de la inactividad. Los medios franceses casi lo habían olvidado, obnubilados por el nuevo presidente 'normal', pero seguían preguntándose: "¿Qué hará el antiguo ocupante del Elíseo cuando deje el poder?" Pues, ¿qué mejor hacer que tomar unas vacaciones bien merecidas? ¡Pagadas por un rey, además!
Desde que algunos políticos franceses provocasen el escándalo por sus vacaciones en Egipto o Túnez mientras la primavera árabe se despertaba, los medios galos vigilan estrechamente a los responsables políticos. E incluso a pesar de que Sarkozy dijo que abandonaba la política francesa, no está fuera de alcance, en perjuicio de Carla Bruni.
El sitio perfecto
Nicolas Sarkozy pensaba haber encontrado el sitio perfecto para descansar en paz con su esposa: una villa turística de Marrakech, lejos de París y de los ingratos electores. Hasta que internet decidió meterse en medio, claro. Ya han aparecido en las webs marroquíes diferentes informaciones revelando un magnífico "regalo" que un "empresario rico de los Emiratos Árabes Unidos" hubiera hecho a la pareja: "Una casa lujosa de casi 700 metros cuadrados", con vista sobre uno de los campos de golf más bonitos de la ciudad. Poco asombroso viniendo del hombre cuyo apodo fue 'el presidente de los ricos'.
Pero sólo parte del rumor es verdad. La agencia France Presse confirma que la casa no es un regalo, sino una muestra de la gran generosidad de Mohamed VI. El mismísimo rey de Marruecos ha invitado a Nicolas Sarkozy, su mujer y su niña a uno de sus numerosos palacios, el de Marrakech en este caso. Instalado en medio de un espléndido palmeral, el antiguo presidente francés tiene mucho tiempo libre para disfrutar de uno de sus deportes favoritos: hacer footing. La residencia, reservada antiguamente a los VIPs de Hasán II, sigue ofreciendo comida y cama a los invitados de Mohamed VI, enseñando así que los marroquíes sí son verdaderamente hospitalarios. De hecho, los Sarkozy-Bruni conocían ya el sitio por haber dormido en las mismas camas en 2009.
Según el sitio económico francés Les Echos, los socios políticos de Sarkozy que le vieron en Marrakech quedaron asombrados por su voluntad de "desconectar" de la vida política francesa. Dos de sus amigos cuentan como "cada vez que uno de nosotros hizo alusiones a la situación política, el ex presidente evadió el tema". Obviamente, Nicolas Sarkozy quiere disfrutar totalmente de sus vacaciones pagadas... a cuerpo de Rey.
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