El Buscón

Bronca en el PP por un acto de García Albiol: "Parece que sólo querían que fueran los pelotas"

   

El PP de Madrid va a tener una vuelta de vacaciones de verano caliente. Por una parte, en los próximos días, se van a conocer más revelaciones de la ‘Operación Púnica’ en la que creen que aparecerán más nombres del partido. Muchos dan por segura la salida del consejero de Medio Ambiente, Jaime González Taboada, señalado por David Marjaliza.

Entre los cargos públicos hay un cierta desorientación por la situación interna. El secretario general de Madrid, Ignacio González, está fuera de la primera línea de la política, mientras que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha dicho que no se presentará a la reelección en el próximo congreso. Mientras, desde la corriente de Cristina Cifuentes se dice abiertamente que el partido no funciona cuando faltan poco menos de tres meses para las decisivas elecciones generales. 

Por otra parte, el malestar ha subido unos cuantos enteros tras el acto que se celebró el pasado domingo en San Lorenzo de El Escorial. La presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, hacía balance de sus dos meses de gestión. La convocatoria la hizo “la nacional” y tenía como objeto que interviniera Xavier García Albiol, el candidato en Cataluña. Se buscaba la repercusión de las televisiones nacionales. Había carteles y banderas del PP de Madrid, pero no participaron ni Ignacio González ni Esperanza Aguirre.

"Ha sido una vergüenza", dice uno de los convocados a un acto con Albiol y Cifuentes

El acto se anunciaba también como reunión de Cifuentes con alcaldes del partido, pero se apreciaron ausencias notables. La convocatoria se había hecho con mensajes que se enviaron la noche del sábado cuando el acto era el domingo. “Ha sido una vergüenza”, dijo uno de los convocados.

Otro diputado llegó a decir a este Buscón: “Parece que querían que fueran sólo los pelotas”. Tampoco fueron invitados los concejales del Ayuntamiento de Madrid, algunos de los cuales permanecían de guardia en la capital. Esta tensión se produce cuando en la Asamblea de Madrid se va a reanudar el curso y Cifuentes tiene que mantener unidos a sus diputados más que nunca. Sólo tiene un voto para asegurarse la mayoría en las votaciones, teniendo en cuenta que también necesita con apoyo de Ciudadanos.

En su grupo parlamentario, además de sus seguidores, hay personas cercanas a Aguirre, a Ana Botella e incluso alguno metido con calzador por el partido. Así no es de extrañar que en julio aparecieran en algunos cajetines y despachos de diputados del PP fotocopias de un artículo publicado en la prensa en el que se afeaban algunas actitudes de Cifuentes, como la de permitir una auditoría sobre la gestión del anterior Gobierno. En junio ya se buzoneó una primera entrega de un texto crítico con la presidenta regional.

Todo esto llega en un ambiente de cabreo de muchos cargos públicos de la época de Aguirre/González. “Yo sabía que no me querían –decía una persona que ha trabajado con Aguirre muchos años- pero tampoco hubiera estado mal que me hubieran llamado y me hubieran dicho 'oye que queremos cambiar y hemos pensado buscarte un sustituto. No me dijeron ni adiós y eso que eran de mi partido’".

A otros les ha ido aún peor. El consejero de turno le dijo a otro alto cargo que creía que iba a continuar porque estaban muy satisfechos con su trabajo. No era una persona que se hubiera distinguido por su fanatismo por Aguirre. Sin embargo, se enteró por la rueda de prensa del portavoz del Gobierno, Ángel Garrido, de que había sido cesado.

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