Podemos estableció desde su llegada a la Asamblea de Madrid un riguroso sistema de trabajo. Los diputados reparten su horario con dedicación plena entre las labores parlamentarias y la calle. Este grupo rompió con muchos de los vicios de la Cámara y en sus despachos se trabaja muchas horas en debates y propuestas.
Hasta esta legislatura muchos diputados de los diversos grupos políticos sólo acudían a los tres plenos al mes y a la comisión a la que estaban adscritos si tenían reunión. La dedicación y puntualidad de Podemos ha sido desde el inicio de la legislatura una característica de su presencia en la Cámara.
Se adelantó el inicio de las sesiones para evitar prolongar las jornadas hasta las 2 de la madrugada
Una de las primeras medidas que tomó la Asamblea de Madrid al inicio de la legislatura fue adelantar el inicio de las sesiones a las 10 de la mañana (comenzaban a las 4) para evitar prolongar las jornadas hasta las 2 de la madrugada como sucedía anteriormente.
Pero esas horas tan tempranas parece que impide a algunos diputados estar sentados en su escaño al comienzo de la sesión. Es el caso de Ramón Espinar, el también senador, que suele aparecer en la sala cuando la mañana comienza a coger velocidad parlamentaria.
Esta situación no ha pasado desapercibida en los diputados de Podemos ni en el resto de los grupos que se han acostumbrado a ver el escaño vacío a primera hora.
No es el único que parece tener problemas con el horario. En las primeras reuniones de la presente legislatura se discutía la fijación de la hora de la celebración de las reuniones de la junta de portavoces.
Los miembros de la Mesa se quedaron sorprendidos cuando el portavoz adjunto de Ciudadanos, César Zafra, propuso, y así figura en el acta, "una pequeña variación en el sentido de que las reuniones de la Junta de Portavoces comiencen a las 10.30, con la finalidad de que los miembros de la Junta puedan atender a los medios de comunicación y llevar los niños al colegio".
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