El éxito, sobre todo cuando es televisivo, se sube demasiadas veces a la cabeza. Sobre todo cuando el programa final que uno coprotagoniza supera los cinco millones de telespectadores y alcanza más del 30% de cuota de pantalla. Todo se ve de color de rosa... hasta los billetes de 500 euros. Por eso, en la trepidante jornada vivida ayer por los principales protagonista del programa revelación de esta temporada en TVE, el concurso de cocinillas con aspiraciones bautizado como MasterChef, Samantha Vallejo-Nágera, una de las integrantes del jurado que con sus comentarios ha amargado a más de un concursante el primer plato, el segundo y el postre no tuvo mejor idea que bombardear a sus cerca de 20.000 seguidores en Twitter con una batería de mensajes para calentar el ambiente ante lo que se avecinaba... aunque el programa estuviera enlatado y recalentado cuando se emitió.
Entre esos mensajes destacaba uno, aunque no por la originalidad, que más bien no tenía ninguna. El motivo no era otro que la foto que lo acompañaba. En ella aparecía la mismísima Samantha Vallejo-Nágera, o Samantha de España como se ha rebautizado, vestida con un traje rosa chicle y muy sonriente. No era para menos, ya que en sus manos mostraba un buen taco de billetes de 500 euros que, se supone, correspondían al premio de 100.000 euros que el ganador del concurso, un camarero de Almería, estaba entonces a punto de embolsarse 'en diferido'. Algún lector habrá que se pregunte entonces qué hay de raro en ello, que son 'cosas de la tele' y 'exigencias del guión'. Tal vez sí, pero cuando uno sabe que está siendo investigado por su presunta relación con una trama de blanqueo de dinero, quizá no sera la imagen más apropiada para mostar urbi et orbi por las redes sociales.
Porque, como adelantó Vozpópuli hace unos días, Samantha de España aparece, muy a su pesar, en el sumario de la Operación Emperador, aquel golpe contra la mafia china y sus redes de lavado de dinero que ya ha hecho pasar por la Audiencia Nacional a una docena de empresarios y nobles, incluidas tres familiares lejanas del Rey, por utilizar presuntamente la trama del ya célebre Gao Ping para traer y llevar dinero sin que se enterase el fisco. La cocinera de MasterChef aún no ha pasado por el trance de sentarse delante del juez Fernando Andreu para dar explicaciones de la conversación telefónica intervenida por la Policía el 25 de mayo del año pasado en la que hablaba con una de las principales implicadas de la trama para concertar una cita a la que finalmente asistió su marido, el enólogo Pedro Aznar.
En su día, Samantha Vallejo-Nágera negó en conversación telefónica a este diario cualquier relación 'blanqueadora' con la mafia china, y justificó aquella conversación en un supuesto negocio gastronómico: de lo que hablaban no era de billetes, sino de un presupuesto que su empresa de catering había realizado por encargo de la integrante de la trama. Sin embargo, los informes policiales presentes en la causa sostienen una cosa bien distinta, y apuntan abiertamente a que la miembro del jurado de MasterChef era una de las adineradas 'clientes' de la trama que había utilizado los servicios de la trama para traer a España 55.000 euros que supuestamente tenía oculto en paraísos fiscales. A este Buscón no le corresponde dar la razón ni a una versión ni a otra (de eso se encargará la Justicía), pero si se permite sugerirle a Samantha de España que la próxima vez que por 'exigencias del guión' tenga que fotografiarse y lanzar a las redes sociales las imágenes, evite en la medida de lo posible salir con las manos en la 'pasta'. Mucho mejor con un rodillo, una espumadera o una sartén.
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