Lo que se anunciaba como “una propuesta definitiva para el Valle de los Caídos” ha fracasado sin apenas ser conocido por la opinión pública. Hace alrededor de dos años un empresario, llamado Luis Valiente, un general retirado, Salvador Fontenla, y un coronel también jubilado lanzaron la idea de convertir el conjunto monumental en un camposanto militar.
El objetivo era hacer de los bosques del valle una especie de Cementerio Nacional de Arlington (Washington) donde están enterrados los héroes militares desde la guerra civil de los EEUU hasta los últimos fallecidos en Irak.
Los promotores señalaban que España no tiene un lugar donde honrar a sus héroes para ser reconocidos por sus compatriotas. En la carta que lanzaron a la opinión pública para iniciar su recogida de firmas decían "es de vergüenza nacional que tengamos a militares profesionales, soldados del pueblo, héroes con la Cruz Laureada de San Fernando, Medallas Militares y otras altas condecoraciones dispersados por cementerios y campos de batalla, sin el reconocimiento que se merecen".
"Es de vergüenza que tengamos militares profesionales sin el reconocimiento que merecen", aseguraban los promotores
Se marcaron como objetivo enviar cartas con las firmas recogidas al rey, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, así como al Gobierno de la nación para que uno de los bosques de ese punto del Guadarrama “acoja los caídos y héroes militares que lucharon bajo la bandera de España en todas sus contiendas en la historia".
Abrieron una web y una página de Facebook y repartieron folletos en algunos actos de carácter militar, a la vez que comenzaron a recoger firmas que superaron los varios miles. Pero la página www.camposantomilitar.es está cerrada y el Facebook, muy activo en los primeros meses, está sin mensajes desde marzo de 2014 y algunos de ellos no tienen nada que ver con el objetivo que se marcó. Lograron que 754 personas pincharan en “Me gusta”, pero ahí se han quedado.
Se quejaban en su carta de presentación de que las acciones de localización, identificación y recuperación de los caídos en diversos puntos del mundo son actualmente iniciativas particulares. “Tanto de las campañas de Cuba y Filipinas y las guerras de Marruecos, como de la División Azul en Rusia han sido iniciativas muy dignas, pero moralmente insuficientes”.
Querían que el camposanto de los héroes estuviera bajo el amparo de las Reales y Soberanas Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo para evitar los vaivenes políticos. Finalmente, la iniciativa parece muerta para alivio del Gobierno que apenas ha tenido problemas en esta legislatura con el lugar donde está enterrado el dictador Franco y el fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. La faraónica obra tiene muchos problemas, pues la piedra de los evangelistas y otras instalaciones están muy deterioradas y casi en estado de ruina.
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