Los benedictinos que viven en el Valle de los Caídos celebrarán elecciones el próximo día 17 de septiembre, según le han contado a este Buscón. El actual abad, el padre Anselmo, ha imitado al papa Benedicto y ha presentado su renuncia por cuestiones de edad y salud.
Como es costumbre los benedictinos que viven en la abadía elegirán a su sucesor en sesión secreta. No hay campaña electoral, pero en toda elección hay favoritos. Se trata del padre José Ignacio González, responsable de los oblatos, y del padre Santiago Cantera, actual prior.
El padre Anselmo lideró hace algunos años la revuelta de los monjes contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Presidencia del Gobierno cerró la basílica alegando que había desprendimientos peligrosos que podían alcanzar a los visitantes al monumento.
El complejo, donde están enterrados el General Franco y José Antonio Primo de Rivera, está en un estado lamentable con humedades, peligrosas filtraciones y falta de cuidados debido al poco presupuesto para el mantenimiento que destina Patrimonio Nacional.
Durante las negociaciones tras el cierre y la exigencia de reapertura hubo un subsecretario del Ministerio de Presidencia que quiso imitar a Azaña en aquello de “España ha dejado de ser católica” y dijo que había que cerrar la iglesia por seguridad y “porque España había dejado de ir a misa”.
Los benedictinos, capitaneados por el padre Anselmo, junto con un grupo de fieles, se rebelaron contra el cierre de la iglesia y organizaron una misa en plena carretera general para exigir su reapertura. Llegaron a reunir a tres mil personas en pleno mes de febrero a tres grados bajo cero. El Gobierno dio marcha atrás y aprobó unos obras de urgencia para evitar desprendimientos de piedras.
Los benedictinos, apoyados por estos fieles, no entran en la cuestión de si hay que llevarse a Franco y a José Antonio. Afirman que ellos son los administradores de esa basílica y que como tal oficiarán misa todos los días del año para los católicos que quieran asistir.
Hace algunos años se produjo un atentado en la iglesia. Desde entonces hay una estricta vigilancia por parte de Patrimonio que no deja hacer fotos ni filmar las tumbas de Franco y José Antonio que para muchos son una atracción turística.
Actualmente hay 23 monjes en el Valle, algunos de los cuales pertenecen al grupo de los fundadores que llegaron en 1958, según informan los benedictinos en su página web. Los monjes están en el Valle de los Caídos desde el 17 de julio de 1958, fecha en la que llegaron veinte sacerdotes provenientes del Monasterio de Silos.
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