Su cubierta ha sido testigo de viajes de fantasía, turbulentas historias de amor y también de algunos delitos. ¿Quiere comprar barato el yate de Liz Taylor y Richard Burton? Se llama “Jazmines” y quedarse con él no va a ser difícil. El barco está atracado en el puerto de Águilas (Murcia) desde el año 2009 después de varias aventuras propias de una película protagonizada por ambos actores. Tiene 34 metros y motores de 2600 caballos. Marineros expertos dicen que con un repasito de miles de euros puede quedar como nuevo.
Cuentan las crónicas que a Elizabeth Taylor le gustaba pasearse por sus cubiertas vestida sólo con sus zapatos de tacón y un sombrero para protegerse del sol. El yate, que a pesar del paso del tiempo permanece a flote y de buen ver, pertenecía a una empresa madrileña que no paga el atraque desde hace meses, años dicen algunas fuentes.
Parece que se le ha olvidado que posee uno de los barcos con más historia del cine. Las autoridades marinas de la Comunidad de Murcia han instado en varias ocasiones a esta empresa a que se lleve el barco. “Como no ha procedido a su retirada, se le han ido imponiendo multas coercitivas que no ha pagado”, le cuentan a este Buscón en el Gobierno de Murcia.
El yate lo compraron unos traficantes y fue requisado por la Guardia Civil y sufrió un incendio antes de acabar en Águilas
“Al estar identificado el propietario, -explican- estar notificadas las multas y al haber girado Hacienda las liquidaciones por vía de apremio, la propia Consejería de Hacienda ya está facultada para proceder a su embargo y posterior subasta”. Es decir, en los próximos meses se publicará en el boletín correspondiente: “Se subasta yate de lujo que fue de dos estrellas del cine”. Lo que no contará seguro el reclamo será la triste historia de este yate.
Richard Burton, según informaciones recogidas de la prensa local, compró el barco en 1963 a su amigo el griego Aristóteles Onassis. En sus camarotes se vivieron, seguro, amores de cine por los siete mares. Burton y Taylor se casaron dos veces. Tras el segundo divorcio el actor vendió el barco que comenzó su decadencia hasta terminar atracado en el bonito puerto de Águilas.
La razón de este aparcamiento permanente hay que buscarla en el narcotráfico. Lo compraron unos traficantes de droga que fueron detenidos y el yate fue requisado por la Guardia Civil. Luego pasó por Santa Pola, donde sufrió un incendio, antes de ser trasladado a Águilas.
La última crisis ha llevado a que languidezca en uno de los amarres del puerto murciano, mientras algunos aún sueñan con convertirlo en una atracción turística y otros pagarían por saber todo lo que pasó en sus camarotes.