Rafael Nadal es uno de nuestros deportistas más reconocidos a nivel internacional. El mejor tenista español de todos los tiempos. Capaz de desquiciar a Federer y junto al suizo, uno de los pocos capaz de plantar cara a Djokovic. Nadal es un hombre que, además, cultiva una buena imagen. Esfuerzo, humildad y simpatía son los valores que le definen, a pesar de todo lo que ha ganado, tanto deportiva como económicamente.
El mallorquín, después de su victoria en Roland Garros y tras el sorpresón de Wimbledon (donde cayó en segunda ronda) volvió a Mallorca, su casa. Allí ha estado recuperándose de su lesión de rodilla y allí pasa el tiempo, rodeado de sus seres queridos. Hace unos días, según ha podido saber este Buscón, el tenista estuvo cenando en el restaurante Sa Punta en compañía de unos amigos. Es habitual ver allí a Rafa, pero no es tan habitual para quienes pasan unos días de vacaciones en la isla.
Nos cuentan que hubo quien quiso fotografiarse junto al tenista, quien no puso ningún problema a posar con unos y con otros. Una pareja de comensales se acercó a él: “Perdona Rafa, imagino que te lo habrán dicho millones de veces pero, ¿te importaría hacerte una foto con nosotros?”. Nadal, muy amable, incluso mantuvo una pequeña charla con uno de ellos, “¿eres argentino, no?” preguntó el de Manacor. “Sí, pero no me gusta el juego de Del Potro, me gusta más como juegas tú”. Y tras la conversación la pareja volvió a su mesa y Nadal con sus amigos.
Ya en la mesa, estos comensales miraron a su alrededor y se dieron cuenta de que en el restaurante también estaba el padre del deportista. Pero hubo una cosa con la que no contaban, terminada la cena Nadal, que gana millones de euros por temporada, se acercó a su padre un momento y le dijo: "Perdona papá, ¿me dejas dinero para pagar la cena?”
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