Pues no, no fue intervenido de la cadera ayer miércoles, como había adelantado, en una de sus habituales meteduras de pata, la infanta Pilar de Borbón, hermana del Rey, pero sí lo será mañana viernes, 23 de noviembre, en el Hospital San José de Madrid, y por el “equipo médico habitual”, que se decía en época de Franco, comandado por el doctor Ángel Villamor, el ya famoso cirujano de don Juan Carlos, a quien popularmente se le conoce en algunos ambientes como el “Doctor Amor”.
Con ocasión de su visita a la 42 edición del rastrillo Nuevo Futuro, la infanta Pilar anunció este lunes a los periodistas que el Rey sería operado de la cadera este miércoles, una noticia que se ha revelado falsa. La duquesa de Badajoz, metida a portavoz de la Zarzuela, aseguró además que había sido su real hermano quien le había adelantado la exclusiva.
Fue el propio Monarca quien, en el brindis de la cena ofrecida a los líderes iberoamericanos reunidos en Cádiz con motivo de la reciente Cumbre Iberoamericana, anunció que iba a volver a “pasar por el taller” para operarse de la cadera izquierda, apenas siete meses después de que le reconstruyeran con una prótesis la misma articulación pero del lado derecho. De hecho, los médicos le habían urgido a “pasar por el quirófano ya”, pero la inminencia de la cumbre hizo que el propio Rey pospusiera el compromiso para después de celebrada la misma.
Fuentes cercanas al palacio de la Zarzuela consultadas por este diario han señalado que la del viernes será una operación mucho más sencilla que la anterior, ya que, a diferencia de entonces, se trata de colocar la prótesis en la articulación izquierda de la cadera, sin que sea preciso “clavetear” la propia cadera, como en abril pasado ocurrió con la derecha.
Lo más relevante, con todo, es que el Rey ha prometido al jefe de la Casa del Rey y resto de personal a su servicio tomarse su recuperación con la tranquilidad debida. De hecho, ha aceptado el compromiso de no comparecer en público hasta la celebración de la Pascua Militar (ceremonia castrense que se celebra cada 6 de enero en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid), tiempo que se estima suficiente para que el Monarca se recupere con normalidad sin volver a poner en peligro ese “chasis” tan complicado que la madre naturaleza les dio a los Borbones, y que tantos problemas físicos a tantos miembros de la familia ha creado en cuanto llegan a la edad madura.
En efecto, el escándalo causado por el accidente de caza ocurrido en Botswana, cuando se encontraba cazando elefantes con un grupo de amigos ingleses y la llamada princesa Corinna zu Sayn Wittgenstein, provocó que don Juan Carlos, en uno de los momentos más bajos de popularidad de todo su reinado, quisiera reanudar sus actividades públicas cuanto antes, sin respetar el tiempo prudencial de recuperación tras la intervención a que fue sometido, con los resultados que todos los españoles han podido ver por televisión, concretados en que su movilidad se deterioró en lugar de mejorar. Algo que en Zarzuela no quieren que vuelva a ocurrir.