Este sábado 18 de abril se han cumplido 5 semanas desde la declaración del Estado de Alarma y el confinamiento de la población. Nos movemos entre el estupor por el caos sobre el número de fallecimientos y la esperanza de tumbar la curva o descubrir un fármaco. No podemos pronunciarnos sobre la evolución sanitaria, aunque las autoridades de varios países europeos prevén que la des-escalada puede iniciarse en uno o dos meses. Ojalá.
Sobre lo que sí podemos pronunciarnos es sobre el impacto de la pandemia en la economía española. Veamos algunos datos de ese impacto en este ejercicio 2020.
Incremento del gasto sanitario
No hay datos todavía sobre este capítulo pero es obvio que será un importe relevante. Asumiendo que ese incremento sea sólo de un 20% sobre el presupuesto de salud, tendremos un gasto adicional en 2020 de unos 15.000 millones de euros.
Trabajadores afectados por ERTEs
Conforme a los últimos datos, los trabajadores incluidos en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) son 3.890.000. Tremenda cifra. Desde el 14 de marzo estos trabajadores están en situación de suspensión temporal de empleo. No engrosan las cifras del paro. Reciben la prestación por desempleo, que es el 70% de su base reguladora (durante los primeros 6 meses). La empresa queda exonerada de pagar la cuota empresarial de la SS si tiene menos de 50 trabajadores. Si tiene más, queda exonerada de pagar el 75% de la cuota.
Se han presentado unos 500.000 ERTEs. Supera todo lo imaginable. Los servicios públicos de empleo están colapsados y se está retrasando el pago de la prestación. Es entendible. Pero, siempre que el ERTE no sea rechazado (y lo normal es que el ERTE no sea rechazado), el Estado deberá pagar a los trabajadores desde el 14 de marzo.
¿Cuánto tiempo durará esto y qué coste tendrá? Suponiendo que los primeros 3 meses (hasta el 14 de junio) haya que pagar a los 3,89 millones y que los siguientes 3 meses (hasta el 14 de septiembre) haya que pagar a la mitad, el gasto asciende a unos 17.000 millones de euros. A esto debe añadirse la disminución de las cuotas de la SS, unos 5.000 millones. Total: 22.000 millonesmás en 2020.
Autónomos con prestación por cese de actividad
Conforme a los últimos datos, son 920.000 autónomos. Cobrarán la prestación mientras dure el Estado de Alarma. Calculando 3 meses a una media de 700 euros mensuales, hay que pagar unos 2.000 millones. No pagarán la cuota de autónomos durante estos 3 meses, lo que supone una disminución de unos 900 millones. Total: 2.900 millones más en 2020. Habrá que implementar alguna ayuda para los autónomos que no se hayan recuperado una vez agotados los 3 meses.
Aumento del paro
Los ERTEs implican suspensión temporal del empleo y no engrosan la cifra del paro. Sin embargo, tras la pandemia, muchos trabajadores (sobre todo temporales) han perdido definitivamente su empleo y pasarán a engrosar las cifras del paro. Muchos de ellos tendrán derecho a cobrar la prestación. Calculando 1 millón de desempleados, cobrando durante 6 meses, ello supone un gasto adicional en 2020 de unos 5.000 millones.
El porcentaje de paro sobre población activa superará el 20% (14,4% en febrero 2020).
Avales concedidos por el gobierno, a través del ICO
Por préstamos bancarios a Autónomos, Pymes y Grandes Empresas. El total importe a avalar es 100.000 millones. Se ha activado ya un primer tramo de 20.000 millones (la mitad para Pymes y Autónomos y la otra mitad para Grandes Empresas. Se ha activado un segundo tramo de otros 20.000 millones, totalmente destinado a Pymes y Autónomos. El aval cubre el 80% si el préstamo es para Pymes y Autónomos.
Confiamos mucho en la potencia de esta medida para mantener vivo el tejido productivo. Los Bancos tienen acceso ilimitado a la liquidez proporcionada por el Banco Central Europeo y el aval del Gobierno tiene que estimular la concesión de crédito, y a tipos de interés favorables. Los Bancos tienen una oportunidad de oro de ser ahora parte de la solución. En caso de impago, el Estado deberá pagar hasta el 80% del préstamo. No estimamos ningún gasto por este capítulo en 2020.
Ingreso Mínimo Vital (IMV)
El Gobierno ha decidido implementar un IMV para atender situaciones de extrema necesidad de familias vulnerables. Muchos trabajadores que estaban en la economía sumergida han quedado completamente al pairo tras la pandemia y tienen serias dificultades para afrontar sus gastos más básicos. Hay una fuerte tensión sobre este tema entre los dos sectores que conviven en el Gobierno.
Dicen que el IMV puede beneficiar a 1 millón de familias (3 millones de personas). Actualmente, las CCAA (competentes en materia de asistencia social) están pagando una prestación parecida (Renta Mínima de Inserción, RMI) y gastan 1.520 millones en pagar 293.000 prestaciones (que benefician a 680.000 personas). Datos de 2018.
El impacto en 2020 de esta medida puede ser de unos 4.000 millones de euros.
Puede que el gasto por el IMV sea cuestionado por la UE en la medida en que cubra situaciones no derivadas de la pandemia.
Caída de la recaudación fiscal y de las cuotas de la ss
Además del aumento de los gastos públicos que hemos enumerado hasta aquí, hay que tener en cuenta la tremenda caída de la recaudación fiscal y de las cotizaciones a la SS. Muchos analistas estiman para este año 2020 una caída del PIB del 10%. Suponiendo que la caída de impuestos y cuotas de SS vaya en paralelo, perderíamos unos 40.000 millones de ingresos públicos.
El impacto en la deuda publica
El total de los capítulos examinados hasta aquí supone un mayor déficit de 89.000 millones, adicional al déficit normal previsto para 2020, que es de 23.000 millones. El déficit total del 2020 alcanzaría los 112.000 millones.
Ese sería el importe aproximado en que se incrementaría nuestra Deuda Pública, que pasaría así de 1,2 billones a 1,31 billones de euros.
Si el PIB del 2020 cae un 10% sobre el de 2019 (1,24 billones), quedaría en 1,12 billones.
El porcentaje Deuda/PIB al final de 2020 sería el 117%. Terrorífico.
El porcentaje Déficit/PIB al final de 2020 sería el 10%. Como en 2009-2012.
El impacto en los tipos de interes
España es ahora un deudor menos solvente a los ojos de nuestros prestamistas. Tenemos que endeudarnos bastante más pero ofrecemos menos PIB y menos ingresos públicos. Hay tensión en los tipos de interés. El BCE suministra una ayuda poderosa con sus programas de compra de deuda para mantener bajos los tipos. Pero no es omnipotente. Dos datos:
* el 3 de marzo (antes de la pandemia) el Tesoro emitió 3.800 millones en Letras a 12 meses, a un tipo del -0,497%. El 14 de abril emitió 6.600 millones a un tipo del +0,079%. Un 0,576% más.
* el 5 de marzo emitimos 1.800 millones en bonos a 10 años, al 0,169%. El 2 de abril emitimos 1.200 millones al 0,694%. Un 0,525% más.
Atención a esto. La subida de tipos es el mayor peligro que tenemos que evitar.
Conclusiones
Debemos acogernos a todas las ayudas implementadas hasta ahora por la UE, y que hemos comentado en nuestro artículo anterior. Entre el MEDE y el SURE podemos obtener unos 44.000 millones de euros. Sería una menor cantidad a añadir a nuestra deuda pública. La UE emitiría bonos en el mercado, a 10 años, a tipos cercanos a cero, con garantía de los países de la UE. Son auténticos coronabonos, y casi sin condiciones. Luego nos lo prestaria a nosotros, a 10 años y a un interés cercano a cero. Lo devolveríamos dentro de esos 10 años emitiendo deuda pública en un escenario más favorable.
Esperemos que vengan más ayudas tras la reunión del Consejo Europeo del jueves 23.
Las medidas que España debe tomar son de carácter descomunal. Es urgente aprobar un Programa de Recuperación Económica que salve la economía y el empleo y que permita retornar al déficit del 2% en 2022. Para ello es necesario, al tiempo que aumentan las inversiones en infraestructuras (ojalá venga ayuda europea para esto), disminuir todo lo que se pueda el gasto corriente en todos los niveles administrativos. Y es necesario aumentar los impuestos pero sin tocar el tejido productivo ni ahuyentar a los inversores. Como mínimo habrá que aumentar el IVA y los impuestos sobre hidrocarburos. Todo esto deberá ir en las Leyes de Presupuestos y de Medidas Fiscales de 2020, 2021 y 2022.
Este Programa de Recuperación Económica será duro y tiene que ser aceptado por la mayoría del país. Es imposible ponerlo en práctica con 167 votos (y no todos seguros) frente a 165. El Gobierno no puede presentarse en Europa con medio país en contra.
Pedro Sánchez y Pablo Casado tienen que lograr que el Gobierno y el PP acuerden este Programa. Sería magnífico incorporar a ese acuerdo a Sindicatos y Empresarios. Sánchez y Casado tienen una responsabilidad histórica. El lunes se reúnen. Veremos si están a la altura.
No salvaremos la economía sin la ayuda de empresarios, trabajadores, UE, BCE, prestamistas e inversores (españoles y extranjeros). Y un Programa de Recuperación acordado por una amplia mayoría es la única manera de hacer patente a todo ese mundo la total determinación como país para superar esta catástrofe. Y para seguir luchando contra el déficit. Sólo así podremos sostener la deuda.
Si no hacemos bien estas cosas, España puede terminar como la Grecia de Tsipras.
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