El Banco de España (BdE) es nuestro Banco Central, una institución vital para el país. Junto con los demás Bancos Centrales nacionales de los países del euro, y el Banco Central Europeo Europeo (BCE, del que son accionistas los Bancos Centrales), forman el Eurosistema. Esta estructura es la que mantiene la estabilidad de precios, supervisa el sistema bancario, decide las inyecciones o drenaje de liquidez a las economías, y las compras de deuda pública o privada. Ya sabemos que eso es lo que permite que España pueda sostener una deuda pública de 1,22 billones (dato a 31 de marzo 2020) a tipos de interés razonables. Tras el incremento de la deuda forzado por la pandemia (al menos 100.000 millones) esto es decisivo.
El Banco de España pasó horas bajas en la época de la crisis financiera (entre 2006 y 2012 el Gobernador fue Miguel Angel Fernández Ordóñez) pues no supo o no pudo frenar la desbocada expansión del crédito inmobiliario. Desde 2018 el Gobernador es Pablo Hernández de Cos. En todo caso, resulta indiscutible que el BdE es el que mejor conoce los mimbres de nuestras cuentas públicas. Sus análisis y recomendaciones, completamente independientes de toda opción política, son de un valor extraordinario.
Por eso, es obligado repasar la intervención del Sr. Hernández de Cos el pasado lunes 18 ante la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso, sobre los catastróficos efectos económicos de la pandemia y las medidas para superarlo. Extractamos de su intervención los mensajes a nuestros líderes políticos.
Mensaje a los dirigentes políticos
1. Las cuentas públicas de España, antes de la pandemia, eran malas. Añadimos nosotros: la deuda pública a final de enero de 2020 era de 1,19 billones (el 96% del PIB). El déficit de 2019 fue del 2,8%, con mucha resistencia a bajar. Los parados registrados en enero eran 3,25 millones, un 14,5% sobre la población activa.
2. La estructura económica de España la ha hecho mucho más vulnerable al impacto de la pandemia. Sectores como el turismo (con un peso muy grande), el transporte y el comercio minorista, han sido atacados muy severamente.
3. El efecto de la pandemia sobre esa mala situación de partida ha provocado un empeoramiento brutal. En el primer trimestre de 2020 el PIB ha caído un 5,2%. En el segundo trimestre el BdE prevé una caída mayor. Y para el conjunto del 2020 pronostica una caída entre el 9,5% y el 12,4%. La recuperación en 2021 puede estar entre el 6,1% y el 8,5%.
La respuesta del Estado era la única posible
4. La acción del Estado ha sido la correcta y la única posible. Para evitar el hundimiento de las empresas, se han activado los ERTEs para aligerarlas de los costes salariales y las cotizaciones a la SS. Hay 3,4 millones de empleados afectados por ETEs. También se ha implementado una prestación a los autónomos sin actividad: hay 1,3 millones de autónomos en esta situación. Y el paro registrado ha aumentado en 950.000 personas. También se ha abierto una línea de avales de 100.000 millones sobre préstamos bancarios a empresas.
5 .El extraordinario aumento del gasto público derivado de estas medidas (además del capítulo sanitario), junto con la extraordinaria disminución de los ingresos públicos, provocará un déficit extraordinario y un gran incremento de la deuda pública (que el BdE sitúa entre el 115% y el 120% del PIB).
¿Qué hacer ante este panorama? Según el BdE, en cuanto se supere la crisis sanitaria, el país debe acometer una clara estrategia de saneamiento de las cuentas públicas a través de un programa de consolidación presupuestaria a medio plazo. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que en 5 ó 6 años tenemos que reducir el déficit a cero.
¿Y cómo se consigue esto? El BdE propone: a) una revisión de los gastos públicos; b) un aumento de la recaudación fiscal; y c) Reformas estructurales tendentes a crear una estructura económica más sólida para favorecer el crecimiento económico a largo plazo. Para dar credibilidad a nuestra política todo esto hay que definirlo cuanto antes.
Un acuerdo político durante varias legislaturas
7. Revisión de gastos públicos. El BdE demanda una revisión exhaustiva de todos los capítulos de gasto. Sólo salva el gasto en sanidad (por razones obvias) y el gasto en educación y en I+D por su contribución al crecimiento económico.
8. Aumento de la recaudación fiscal. Conforme a los estudios del BdE, la menor presión fiscal de España respecto a la media de la UE se debe básicamente a nuestra baja recaudación por IVA e impuestos medioambientales (gasolina y gasóleo). Más claro, agua. También propone una revisión de los beneficios fiscales así como de la fiscalidad de las multinacionales que deslocalizan beneficios.
9. Lo más importante del mensaje del Gobernador es que la implementación de ese programa de consolidación presupuestaria a medio plazo exige un acuerdo político mantenido durante varias legislaturas. (A mi juicio, el único acuerdo viable a estos efectos es el de PSOE y PP).
10. Mensaje final del BdE: si la política económica nacional está orientada a la consolidación presupuestaria y a favorecer el crecimiento económico a largo plazo, podemos esperar que los tipos de interés sigan muy bajos mucho tiempo. No hace falta recordar lo mucho que nos importa esto.
En fin, se puede decir más alto, pero no más claro. El acuerdo entre el Sr. Sánchez y el Sr. Casado es imprescindible para superar esto. ¿A qué esperan?
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