En la próxima semana tendrá lugar una reunión del Eurogrupo (Ministros de Finanzas de la Eurozona) y del Consejo Europeo (Jefes de Estado y de Gobierno). Es un momento hiper-crítico para la Unión Europea. Todo el mundo espera que se aprueben medidas contundentes para salvar la economía del batacazo provocado por el coronavirus.
Ya sabemos que no va a haber coronabonos. No hay que alarmarse por eso. Pero hace falta que la UE haga algo más o, más exactamente, que haga todo lo que pueda para mantener vivo el tejido productivo. Veamos qué medidas se están barajando.
Reactivar el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad)
El MEDE (también conocido como el Fondo de Rescate Europeo) es una entidad financiera de la UE en cuyo Consejo de Administración se sientan los Ministros de Finanzas de la Eurozona. Tiene un capital de 80.000 millones de euros en el que participan los países de la zona euro en proporción a su PIB. España tiene un 11%.
El MEDE entró en acción en 2012, en el pico de la crisis del euro, para salvar la moneda común y rescatar a los países con graves dificultades para sostener su deuda pública. Implementa acciones singulares que no puede hacer el BCE. Rescató a Irlanda, Portugal y Grecia (que corrían peligro de abandonar el euro, arrastrar a España o Italia y dar al traste con la eurozona). Y rescató a varias cajas de ahorro españolas prestando 41.000 millones al Gobierno español (de los que tenemos pendiente de devolver 23.700).
El MEDE capta dinero emitiendo bonos en el mercado. Estos bonos están garantizados por todos los países de la zona euro, y su tipo de interés es muy bajo. Con ese dinero, el MEDE ayuda a los países en dificultades, pero poniendo condiciones. En el caso de Grecia prestó dinero directamente al Gobierno y compró mucha deuda pública, pero a cambio de aplicar un programa de rescate (= reducción de gastos y aumento de ingresos) junto con el BCE y el Fondo Monetario Internacional (la troika, tan temida).
En este momento el MEDE tiene una capacidad de endeudamiento en torno a 410.000 millones. Podría captar ese dinero en el mercado y prestarlo a los países más afectados por el coronavirus, a largo plazo y muy bajo interés. Y aquí no habría ninguna condicionalidad ni ninguna troika. Sólo se exigiría a los países que invirtiesen el dinero recibido en sanidad y salvación de la economía devastada por el coronavirus.
Podría activarse una línea de financiación rápida de 80.000 millones (a España le tocarían unos 10.000). Y algo más tarde una segunda línea de crédito por el 2% del PIB de cada país (a España le tocarían unos 25.000 millones). Total: 35.000 millones (que hay que devolver).
El Programa SURE: cobertura europea del desempleo
El SURE (Support Unemployment Risk Emergency) es un Plan de cobertura del desempleo a nivel comunitario. Dispondría de 100.000 millones de euros. Este dinero sería captado por la UE emitiendo bonos en el mercado con la garantía de los Estados miembros y muy bajo tipo de interés.
Una vez captados los fondos, se prestarían a los países con mayor desempleo a causa de la pandemia, quienes lo trasladarían a los trabajadores con suspensión temporal de empleo o con jornada reducida. Por ejemplo, a través de los ERTEs.
¿Cuánto le tocaría a España? Depende del porcentaje de nuestro desempleo sobre el total europeo. Calculamos en torno a 15-20.000 millones (que hay que devolver).
Un fondo especial dentro del presupuesto de la UE
Actualmente, se está discutiendo el Marco Financiero Plurianual de la UE (Presupuesto comunitario 2021-2027). La Comisión Europea está valorando incluir en ese Marco un Fondo especial para invertir en proyectos de recuperación económica en los países más castigados por la crisis económica provocada por la pandemia.
No se han adelantado cifras, pero no se esperan grandes volúmenes.
Prestamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI)
El BEI puede inyectar mucha liquidez en el sistema prestando a las empresas afectadas por el coronavirus. Esto se haría a través de las redes bancarias nacionales. Es similar a las líneas de financiación ICO. Estos préstamos estarían avalados por los Estados miembros de la UE.
Conclusión
Las ayudas mencionadas son muy relevantes, desde luego, pero, por sí solas, no nos salvan la vida. Los fondos previstos no son astronómicos y debemos compartirlos con varios países. Puede que no consigamos ni la mitad de lo que necesitamos. Y, por supuesto, es un dinero que hay que devolver.
En todo caso, España debe acogerse a todas estas ayudas. La UE tendrá una deuda con el mercado y nosotros tendremos una deuda con la UE, a largo plazo y a un tipo de interés muy bajo y garantizado. Es menos presión sobre la deuda pública ordinaria (los 1,2 billones).
Pero, como es obvio, tendremos que aumentar las emisiones de nuestra deuda pública ordinaria.
En situación normal, España está emitiendo unos 15.000 millones al mes. Todo este dinero se utiliza básicamente para amortizar, es decir, pagar los vencimientos de emisiones anteriores. Hay una renovación constante, muy beneficiosa pues los tipos de interés actuales son más bajos que los antiguos.
Pues bien, ante el impacto del coronavirus, tenemos que aumentar las emisiones mensuales en unos 5.000 millones más al mes como mínimo. Ese dinero nuevo no irá a pagar vencimientos sino a pagar a los nuevos parados, a más gasto sanitario y al resto de prestaciones derivadas de la pandemia. Y a cubrir el tremendo déficit por la caída de la recaudación. Podemos terminar este año 2020 con un déficit del 10% del PIB y un aumento de la deuda de 1,2 a 1,3 billones: 100.000 millones. Y ojalá no sea más.
La única manera de soportar esto es manteniendo los tipos de interés en su bajo nivel actual. Para eso hacen falta dos cosas:
1ª. El apoyo del BCE, que ya ha aprobado 750.000 millones de euros para más compras de deuda pública (sobre todo de países como Italia y España), a añadir a los 120.000 millones aprobados anteriormente. Mantener ese apoyo a largo plazo es vital.
2ª. Activar un Programa de Recuperación a medio plazo que cuente con el máximo consenso político. Esta es la única forma de transmitir a nuestros prestamistas y a la UE que vamos a gestionar nuestras cuentas públicas con la máxima seriedad. Y que todos estamos de acuerdo en eso. Esta acción, junto con el BCE, es lo que mantendrá bajos los tipos de interés.
Es responsabilidad del presidente del Gobierno convocar a la oposición, y a sindicatos y empresarios, para activar ese Programa de Recuperación. Es imposible arreglar esto con 167 votos (y no todos seguros) frente a 165. Habrá que tomar medidas duras y es preciso el acuerdo de casi todos. El propio presidente ha hablado de re-editar los Pactos de la Moncloa de 1977. Todos arrimaron el hombro entonces. De eso se trata ahora.
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