Jose María Torres es fundador y presidente ejecutivo de Numintec, una empresa de alcance global que ofrece soluciones en la nube e inteligencia de negocio para la mejora de la eficiencia, la productividad y la competitividad. Campeón mundial de karate en dos ocasiones (1990 y 1992). Es miembro del pleno de la Cámara de Comercio de Barcelona, patrón de la Fundación PIMEC y miembro de su Junta Directiva y de ACEDE Cataluña y vocal de Foment del Treball. Promueve la segunda oportunidad, la lucha contra el edadismo y el cambio climático. Intervino en el COP, la cumbre climática de Chile en Madrid.
¿Por qué lucha a favor del progreso social? ¿Es a consecuencia de un impacto personal?
Cuando se produjo la gran crisis financiera, fui testigo de varios casos de personas cuyas empresas quebraron y, a causa de eso, perdieron su vivienda. Pero es que, además, algunas personas quedaron endeudadas con la hipoteca o incluso, en algunos casos, con la hipoteca de sus padres. Quedaron condenados a una muerte civil. Esto no era aceptable, ni tenía comparación las mismas situaciones en otros países, como Estados Unidos. Decidí trabajar para transformar esta realidad.
¿Ha dado frutos este trabajo?
Junto a otras personas e instituciones, hemos conseguido tirar adelante en el Congreso de los Diputados la Ley de la Segunda Oportunidad. En este momento, el 98% de las personas que estaban condenadas a la muerte civil o a la economía sumergida ya pueden salir adelante.
Háblenos de Numintec y de su valor añadido en el mercado.
Creamos Numintec en el 2003, en el ámbito de las telecomunicaciones. En ese momento, el mundo tecnológico se desplazaba a la nube. Quisimos ofrecer servicios de valor añadido de pago por uso, para ayudar a que las empresas pudiesen ayudar a sus clientes, anticipándose a sus necesidades. Creamos una plataforma que consiguió un premio de la Unión Europea, ofreciendo servicios de gestión en la nube, contact centers o “chat box”. Utilizamos técnicas de business intelligence, inteligencia artificial, PNL, etc.
Fui testigo de varios casos de personas cuyas empresas quebraron y, a causa de eso, perdieron su vivienda y quedaron condenados a una muerte civil
¿Qué valores añadidos ofrece Numintec a sus clientes?
Nuestros servicios, como por ejemplo el chat box, aprenden de las consultas que nos hacen clientes y empresas para optimizarse y brindar una información que responda cada vez más a las necesidades de los usuarios, que evolucionan y se sofistican a lo largo del tiempo.
¿Qué tipo de clientes tienen?
Desde pequeñas empresas hasta multinacionales en todo el mundo, a las que hemos ayudado a unificar sus sedes en Australia, Japón o EEUU. Por ejemplo. Generali, Atrápalo o Panasonic. Tenemos que competir con grandes operadores y plataformas como Amazon, Google o Microsoft. Para ello, nuestros servicios tienen que ser de mucha calidad.
Usted propone luchar contra el “edadismo”, la discriminación laboral hacia las personas de más de 45 años. ¿Es posible una economía con valores y no morir en el intento?
No sólo eso, sino que nuestras economías necesitan incorporar a los mayores a la vida laboral para poder seguir funcionando como ahora. La gente cada vez vive más años, gracias a los avances médicos y la alimentación y, en paralelo, nuestras sociedades sufren un descenso de la natalidad. Postguerra 1941. Uno ya no se puede jubilar a los 50 años y vivir 30 años del Estado. Es económicamente inviable. Si no integramos en el mercado laboral a los mayores, se creará una tensión económica tan grande que los jóvenes no tendrán estado del bienestar.
Tenemos que competir con grandes operadores y plataformas como Amazon, Google o Microsoft. Para ello, nuestros servicios tienen que ser de mucha calidad
¿Cómo piensa conseguirlo?
Tal como hicimos con la ley de la segunda oportunidad, vamos a presionar para que la Comisión Europea apruebe nuevas leyes. Y que a la gente mayor se la vea de otra manera en el trabajo. Que se valore su talento, su experiencia, su madurez. Aquello de “te integrarás en un equipo joven y dinámico” no tiene ningún sentido. Los mayores también somos muy dinámicos (sonríe). En el video de mi presentación en la COP, ya se pueden ver los saltos que doy
¿La demostración de artes marciales? Ciertamente, rebosa dinamismo. Su trabajo social se extiende también a los más jóvenes...
Queremos presentar un proyecto a la ONU para que los países del mundo dediquen más dinero al tema de la pobreza infantil. Es aquí donde se generan las desigualdades. Es necesario proteger, sobre todo, a la infancia y a las familias. Cuando existe más igualdad, la economía es también más próspera.
La educación es otra clave…
Si, y no hay que enseñar sólo a memorizar. Es preciso emprender, ser creativo, saber resolver los problemas. Hoy, un empleado también tiene que ser emprendedor y saber que se puede equivocar. Debe darse cuenta de que el fracaso es parte del éxito y no un estigma. Pensemos que en EEUU los fracasos se ponen en el currículum, pero aquí todavía se ocultan. Y las empresas tienen que ser inclusivas e intergeneracionales. El modelo de empresa autoritaria es ya de otra época.
¿Qué más propone para mejorar nuestras economías?
Si nuestras sociedades tienen una baja natalidad, la inmigración es necesaria para prestar, entre otros, los servicios de mano de obra. Tenemos que cambiar la narrativa. Estadísticamente, no es cierto que los inmigrantes sean criminales. Están aportando mucho, por ejemplo, al sector agrícola. Tenemos dos opciones: o bien adoptar las políticas adecuadas o bien reprimir la inmigración. Pero reprimirles no evitará que vengan. Y se acentuará con el cambio climático.
¿Qué pueden hacer las empresas contra el cambio climático?
Un objetivo prioritario de una empresa debe ser mejorar la vida de los ciudadanos. Para ello, hay que estar comprometidos. Si una empresa contamina, o tiene a los trabajadores en estado precario, no está cumpliendo su compromiso. Las empresas no comprometidas desaparecerán.
Si no integramos en el mercado laboral a los mayores, se creará una tensión económica tan grande que los jóvenes no tendrán estado del bienestar
¿Es posible un colapso medioambiental del planeta?
Creo que nosotros no lo vamos a ver. Pero tenemos la responsabilidad, la obligación y el compromiso de luchar por un mundo mejor para nuestros hijos y nietos.
¿Cree que es necesario un 'New Green Deal', es decir financiación pública para la economía verde?
Sí, tiene mucho sentido. Uno de los obstáculos más grandes es que los países que más contaminan (EEUU, China, India) son los menos comprometidos. En esos países habrá movimientos más fuertes y profundos en esa dirección. La UE ya ha declarado la emergencia climática y, con sus nuevos líderes, habrá financiación y subvenciones para la lucha contra el cambio climático. Después, habrá que ver que parte del PIB dedican los diferentes estados a este tema.
Al final ¿en qué se traducirá todo eso en el ámbito económico?
La economía depende de las empresas. Una clave será desarrollar en las empresas los conceptos de la economía circular. Por su parte, la industria tiene la responsabilidad de rebajar las emisiones de carbono.
Si una empresa contamina, o tiene a los trabajadores en estado precario, no está cumpliendo su compromiso. Las empresas no comprometidas desaparecerán
¿Qué consejo daría a los emprendedores en España?
Los nuevos empresarios tienen que saber que hay que trabajar muy duro, un día sí y otro también. Que hace falta perseverancia, pasión y que los primeros años no hay horarios ni vacaciones. Y que piensen en empresas que contribuyan a mejorar la sociedad. Que no sólo generen más dinero, sino también más bienestar. Porque el éxito en la vida es que, gracias a que nosotros existimos, haya personas que vivan mejor.
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