El Liberal - Economía

Michel Tissier, director de la Red Internacional de Economía Humana: “La negociación es vital, para la calidad de vida y la responsabilidad social corporativa”

En su carrera profesional ha sido dirigente del sindicato permanente en la CFDT, uno de los mayores sindicatos franceses donde ejerció como Responsable de empleo y formación

Michel Tissier ejerce actualmente como secretario ejecutivo de la Red International de Economía Humana (RIEH). En su carrera profesional ha sido, sucesivamente, dirigente del sindicato permanente en la CFDT, uno de los mayores sindicatos franceses donde ejerció como Responsable de empleo y formación; oficial ejecutivo en el Servicio Público de Empleo y auditor y consultor en Responsabilidad Social Corporativa.  Propone una relectura adaptada a los tiempos actuales de Louis-Joseph Lebret, economista y religioso católico francés, que fundó el Centro de Investigación y Acción Economía y Humanismo y el Centro Internacional de Desarrollo y Civilizaciones. Hablamos con Michel en Barcelona, después de una reunión con la delegación de Economía Humana en España.

¿Cuál fueron las conclusiones después de su trabajo en CFDT como responsable de empleo y Formación?

Durante toda la vida, me ha interesado como interfieren el campo social y el económico. El campo social no consiste sólo en “reparar” los problemas de la economía. Lo social interfiere en la economía. Porque lo más importante en las economías son los recursos humanos. No existe economía eficiente sin recursos humanos eficientes, por eso son complementarios. Pero también requieren de cooperación: sin cooperación no podemos tirar adelante. Por eso, la negociación dentro y fuera de la empresa es crucial para mantener un nivel de calidad de vida y también mejorar la responsabilidad civil de las empresas.

¿Quiénes cree que deben negociar?

Hay diferentes partes, no sólo el accionariado. Es un conjunto de actores. Las empresas deben tener en cuenta todos los puntos de vista y, muy especialmente, en nuestra época. Porque hoy, la responsabilidad social corporativa (RSC) es un factor empresarial relevante.

¿Cree que esto lo están llevando a cabo muchas empresas?

Muchas empresas actúan por el bien común, o eso dicen, pero el bien común lo deciden sólo los dirigentes. Esta forma de actuar no implica una negociación entre todas las partes, cuando lo fundamental siempre es tener en cuenta los demás, no hacer las cosas desde o para una sola parte.

La negociación dentro y fuera de la empresa es crucial para mantener un nivel de calidad de vida y también mejorar la responsabilidad civil de las empresas

¿Hasta qué punto cree que la responsabilidad social corporativa es una justificación para seguir funcionando de forma poco responsable con el planeta y con las personas?

Cuando se usa la RSC sólo como marketing, pero dentro de la empresa no se cambia nada, no tiene ninguna credibilidad. Sigo pensando que la única manera de transformar las cosas en positivo es proponer acciones entre todos los actores implicados, en las que cada uno tenga en cuenta el bien común. Es la única forma de responder a los desafíos actuales de la sociedad

Después de su formación teológica, Louis-Joseph Lebret fue enviado, en 1929, a Saint-Malo, donde organizó un sindicato de pescadores basado en consultas, un método de investigación-acción participativa. ¿Sigue usted este método?

Sí, Lebret empezó con los pescadores, pero durante toda su vida siguió el mismo método. Primero, ser consciente de lo que pasa mediante encuestas en las que la gente da su opinión, posteriormente analizarlo y después, una acción colectiva. Es lo que hemos hecho toda la vida, y queremos seguir haciéndolo: ver-analizar-actuar.

¿Lo mismo se aplicaría en las empresas y negocios actuales?

Sí, y también, escuchando a la gente. En caso contrario, cuesta más vender productos y servicios.

Cuando se usa la RSC sólo como marketing, pero dentro de la empresa no se cambia nada, no tiene ninguna credibilidad

La base de su pensamiento ¿es la ética cristiana?

Sí, porque Lebret fue Dominico. Pero los valores de la Encíclica de temas sociales Populorem Progressio, de Pablo VI, también le inspiraron: a todos los hombres de buena voluntad, no sólo los cristianos, ya que todos deben vivir con dignidad. La perspectiva no es una lucha de clases entre burgueses y proletarios, sino convivencia en dignidad.

Eso sería humanismo…  

Somos humanistas. Creemos en el ser humano, en su capacidad para cambiar situaciones, tomar iniciativas y alcanzar el bien común. Y no hablo sólo un tema de derechos, sino también de responsabilidades.

¿Son el protestantismo y el catolicismo dos concepciones distintas de la vida y de la economía, la anglosajona y la europea continental?

Este es un problema de sociólogos. No estoy seguro. El mundo anglosajón insiste en la responsabilidad individual, pero es que nosotros también. Podemos actuar juntos, no hay tanta diferencia en la acción desde la visión católica.

Nosotros criticamos el materialismo. El dinero es un medio, no un fin. Es un buen servidor, pero un mal maestro. Si manda el dinero, nuestro mundo va hacia una decadencia

¿Se puede hacer dinero del humanismo, viviendo en una sociedad materialista?

Nosotros criticamos el materialismo. El dinero es un medio, no un fin. Es un buen servidor, pero un mal maestro. Si manda el dinero, nuestro mundo va hacia una decadencia.

¿Y la tecnología? Estamos en la era de las nuevas tecnologías.

La tecnología puede hacer muchas cosas diferentes. No somos tecnófobos. Aunque pensamos que son positivas cuando fomentan la comunicación entre la gente, el diálogo, la negociación.  Wikipedia es un ejemplo en el que se suma la tecnología y la visión cooperativa. Permite tanto leer como contribuir a la información de forma colaborativa, si existe voluntad de participar.

Está en auge la inteligencia artificial, el transhumanismo, se habla de evolucionar a otros estadios, incluso de la inmortalidad.

Pienso que es absurdo plantear este tipo de inmortalidad. Quizás la ciencia y la tecnología nos permitirán vivir unos años más, eso sí. Con el tiempo lo veremos. Hoy existe la Inteligencia Artificial y también se hacen muchas tonterías con la inteligencia. Pero estoy convencido de la capacidad del ser humano de dominar estas herramientas.

La tecnología puede hacer muchas cosas diferentes. No somos tecnófobos. Aunque pensamos que son positivas cuando fomentan la comunicación entre la gente, el diálogo, la negociación

¿Algún ejemplo de uso positivo de la tecnología en su organización?

En la República Centroafricana, hemos implementado un sistema logístico y tecnológico que ayuda a distribuir la ayuda humanitaria. Primero se distribuye la ayuda a los pequeños comercios y, después, se entrega a cada familia una tarjeta con unos fondos que les da derecho a percibir bienes y productos mensualmente. De esta forma, los pequeños comerciantes de la zona tienen constancia de cuántos fondos tiene cada familia y saben si pueden comprar o no en cada momento. Es una forma más ordenada y eficiente de distribuir las ayudas, porque así los comerciantes sólo tienen que repartirla, cuando antes las ayudas humanitarias deterioraban o incluso podían destruir el sistema social, incluidos los pequeños comerciantes.

¿Y en Europa?

Por ejemplo, el Atelier Rennes en la Bretaña. Da trabajo a 600 empleados con discapacidad que elaboran piezas pequeñas de alta calidad para el Airbus. Cada persona está trabajando en el sitio donde puede ser el mejor, considerando sus capacidades y discapacidades y participar así en la organización.

¿Aplican las multinacionales este tipo de valores en sus productos de gran consumo? ¿Sale a cuenta?

En Bangladesh, Danone y Mohamen Yunus han creado una empresa que produce un yogur de alto valor nutritivo para luchar contra la malnutrición. Lo producen con materias primas e ingredientes locales y lo distribuyen mujeres, que van casa a casa en las zonas rurales. Se vende a un precio asequible para la población y la empresa tiene beneficios. Moderados, pero los tiene.

En la República Centroafricana, hemos implementado un sistema logístico y tecnológico que ayuda a distribuir la ayuda humanitaria

Explíquenos un proyecto con valores que crea que se debería aplicar en todo el mundo.

Nuestro sistema de jubilación en Francia y algunos países europeos, como España. Todos los ciudadanos participan durante toda su vida y, después, cada persona lo disfruta según sus necesidades. Es un contrato social que ayuda a la confianza y, al final también a la estabilidad social. Lo importante es que se pueda cobrar una pensión pagada por quienes trabajan en cada momento. Lamentablemente, en muchos países las cosas no funcionan así.

¿En Estados Unidos, por ejemplo?

Sí, y en África, tampoco.

¿Es posible implementar sistemas como los que ha mencionado en un mundo neoliberal?

Es posible, pero no en un mundo donde los capitalistas puedan decir “si no gano al menos este porcentaje, no quiero hacer este negocio”. Eso es buscar únicamente el beneficio propio y no respaldar al grueso de la población.

¿Son estas propuestas económicas de base marxista?

En Francia, nuestro país, la derecha también las defiende. Y en diversos países europeos, como los países Escandinavos o Alemania, también apuestan por políticas con esta misma dimensión social.

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