El director del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols, aspira a que bares y restaurantes reabran durante la segunda quincena de mayo o al empezar junio, pero también rechaza especular sobre fechas si antes no se aclaran "los planes de futuro para el sector, en qué condiciones se compensará (al sector) y qué restricciones se pondrán" para reabrir.
"La fecha ideal sería el 15 de mayo y la fecha con más cautela sería el 1 de junio", pero es tan esencial la fecha como las condiciones en que se retome la actividad, ha insistido en declaraciones a Europa Press sobre las consecuencias del coronavirus.
"Es lo razonable: con demasiado tiempo más de cierre, se multiplica el riesgo de que las consecuencias sean aún mas irreversibles. Pero no tengo la confirmación de nadie que me haya dicho que trabajan con estas fechas", ha añadido sobre sus contactos con las administraciones públicas.
Abrir con condiciones
Ha insistido en que lo importante son las condiciones económicas en que se reabra, y que haya "un mensaje inequívoco de las autoridades de que es seguro usar los bares y restaurantes de Barcelona y el conjunto de España".
Considera, incluso, que reabrir sin estas premisas puede ser letal, porque estar abierto al público y no recibir clientes aumentaría aún más los gastos "y por tanto la situación se puede agravar".
Posible cierre del 25% de locales
Con la situación actual, el Gremio teme que la caída del consumo interno y del turístico acabe con el 25% de los 8.500 bares y restaurantes de la ciudad de Barcelona en los próximos 12 meses, es decir, desde ahora hasta el inicio de la próxima temporada alta, cuando se recuperará el turismo "en el mejor de los casos".
Hasta ahora Pallarols ha hablado con Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona, incluidos la ministra de Comercio, Reyes Maroto; la consellera de Empresa, Carme Chacón, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, además de todos los grupos del Congreso y los de la oposición del Ayuntamiento.
Qué piden a cada administración
Considera que las administraciones públicas "no entienden que ellas también deben hacer sacrificios" para repartir entre todos las pérdidas por la pandemia, y reclama a los gobiernos central, autonómico y municipal exenciones fiscales en 2020 y 2021.
El Gremio también pide al Gobierno que el restaurador no deba pagar el alquiler mientras el local esté cerrado, y que después el precio se adecue a la proporción de espacio del establecimiento que se vaya reactivando, y evitar así de paso la especulación inmobiliaria.
Pallarols también le insta a remodelar los ERTE, alegando que incorporar a todos los empleados de golpe sería mortal para el negocio: cree que deben incorporarse gradualmente según las condiciones de cada reapertura; "y suprimirse la prohibición de despedir durante seis meses", porque habrá que escoger entre dar trabajo a quien se pueda o cerrar si no se puede mantener a toda la plantilla.
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