La compañía aérea Ryanair mantendrá finalmente su base en el aeropuerto de Girona-Costa Brava tras haber alcanzado un acuerdo con los trabajadores, han explicado este lunes fuentes sindicales.
El pacto entre la dirección de la aerolínea low cost y la plantilla evita el cierre de la base de Girona. Pero a los empleados, unos 165 aproximadamente, no les ha salido gratis.
Contrato fijo discontinuo
El acuerdo establece que los trabajadores firmen una modificación de su contrato, de manera que pasan de la modalidad de contrato fijo permanente a fijo discontinuo.
Los empleados de Ryanair en Girona que no hayan firmado esta modificación del contrato -cuyo límite finalizaba el 5 de diciembre- estarán despedidos en el marco del expediente de regulación de empleo anunciado por la aerolínea irlandesa.
El pacto no ha dejado buen sabor de boca en los representantes sindicales de los trabajadores afectados, pilotos y tripulantes de cabina. “Es una tomadura de pelo”, ha expresado este lunes la portavoz del sindicato USO, Lidia Arasanz, que rechaza las condiciones laborales del acuerdo.
Pierden la antigüedad
Los trabajadores de Ryanair en Girona tendrán contrato nueve meses al año y pasarán al paro los tres restantes. Fuentes de USP han indicado que el acuerdo incluye cláusulas ilegales. Los tripulantes de cabina que se acojan al acuerdo perderán su categoría profesional, pues pasarán a ser considerados agentes de servicio al público, un extremo que tiene un impacto directo en los pluses salariales.
La compañía irlandesa ha dado marcha atrás en su intención de marcharse de Girona. La base permanecerá abierta, si bien Ryanair mantiene su intención de cerrar las de Tenerife, Lanzarote y Gran Canaria a partir del 8 de enero.
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