La Fiscalía Anticorrupción ha acusado al Sìndic de Greuges -defensor del pueblo catalán- de un delito de cohecho impropio al aceptar el pago del viaje a la final de la Champions League de 2015 en Berlín, disputada entre el FC Barcelona y la Juventus de Turín.
La fiscalía ha remitido el informe al juez de la Audiencia Nacional, según ha informado El Periódico. En sede parlamentaria, Ribó había admitido el pago de este viaje y tildó el hecho de un "error" que no volvería a cometer, mientras el Parlament, con el apoyo de los independentistas, le ha respaldado en todo momento. El Síndic prefirió ir gratis a la final de la Champions pese a tener asignado un salario de 130.000 euros.
Este mismo mes, la oficina Antifraude de Cataluña ha archivado la investigación sobre el origen del dinero del viaje de Ribó a instancias de Roger Torrent, presidente del Parlamento catalán. De esta forma, se cierra esta investigación en el Parlament sobre el viaje en avión privado y pagado por un empresario vinculado a la trama del 3%, pese a los "indicios" existentes.
La Guardia Civil había encontrado facturas de ese viaje, cuyo coste alcanzaba los 39.900 euros, un dinero que fue abonado por empresas de Jordi Soler, investigado a la trama de comisiones ilegales cobradas por fundaciones de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) a cambio de licitaciones públicas.
Ribó pidió expresamente un asiento para su hija
Según el escrito de Anticorrupción, Ribó "no solo aceptó" la invitación sino que pidió un asiento en el avión privado para su hija, que también voló a la final de la Champions. La pena por este delito se encuentra entre los seis y 12 meses, pero le inhabilita para el cargo.
Ribó debía haber dejado su puesto como defensor del pueblo catalán desde marzo del pasado año, pero la falta de consenso en el Parlament para nombrar a un nuevo Síndic le han prorrogado en el cargo. En sede parlamentaria, el defensor del pueblo catalán admitió que llegado el momento "no lo volvería a hacer". "Fue un error", dijo a los diputados.
En el viaje de Ribó le acompañaba también su hija con otras 13 personas. Entre éstas se encontraban el exdiputado de CDC Ramón Cap y su esposa, Francesca Guardiola, hermana del entrenador del Manchester City y entonces subdirectora de Relaciones Exteriores con Artur Mas en la presidencia de la Generalitat.
El empresario del 3%
Entre otros, también se encontraba Josep Antoni Rosell, entonces director general de Infraestructures.Cat e investigada por la corrupción. Por esas fechas estaba presidida por Joan Lluís Quer, quien dimitió en octubre de ese mismo año tras unos registros de la Guardia Civil por el caso del 3%.
"Rafael tiene una entrada proveniente del Barceló y me pregunta si hay plaza para su hija". Fue uno de los mensajes captados por la Guardia Civil durante la investigación, mientras que Soler le dice: "Oki. Ahora ya somos 14 y 14". Una vez acabado el encuentro, Camp le muestra su agradecimiento al empresario: "Muchas gracias Jordi por hacernos posible vivir un día tan único".
La Audiencia Nacional investiga a Soler y las concesiones obtenidas tras haber donado 664.604 euros a fundaciones próximas a Convergencia entre 2008 y 2015, que habría obtenido jugosos millones de la Generalitat, cifra que superaría los siete millones de euros.
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