Los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) inician una nueva etapa en su estrategia de movilización en las calles tras el pacto de investidura de Pedro Sánchez entre ERC y el PSOE. Los grupos se organizan para "frenar la represión" en asambleas que tendrán lugar los próximos días en distintas localidades. También tratarán de contraprogramar las manifestaciones de Vox de este próximo domingo.
El paso hacia la "verdadera revuelta popular" en las calles catalanas se produce ante la desmovilización de JxCat y la CUP, según han señalado en un comunicado. "Todos los partidos ponen sus intereses por encima de los de la ciudadanía, tanto en el eje social como en el eje nacional y, por tanto, no podemos seguir a remolque", han afirmado los mismos que cortaban calles y carreteras desde el 14 de octubre, fecha en la que se conoció la condena a los líderes del procés.
Afectar a la economía del Ibex 35
La estrategia se basa en la disidencia y en la desobediencia civil con el objetivo de "afectar a la economía del Ibex 35". Una revuelta popular por el camino de la unilateralidad para conseguir la independencia y protegerse de la "barbarie españolista". "Nuestro objetivo no es solo la libertad de los represaliados" como tampoco lo es la mesa de negociación entre gobiernos, han aseverado.
"Los partidos independentistas han realizado el esfuerzo para desmovilizar a los separatistas de base", una vieja estrategia que ejemplifican con la ratificación de JxCat y ERC del jefe político de los Mossos d'Esquadra, Miquel Buch, pese a la "brutalidad" policial.
Las movilizaciones de los CDR estaban secundadas hasta ahora por la CUP. Tras los cortes en la Junquera, la juventudes de la formación antisistema han admitido la "imposibilidad de transformar el Estado a través de una vía posibilista", motivo por el que emplazan a la confluencia catalana de Unidas Podemos para tratar de conseguir la separación del territorio del resto de España.
La CUP abandona las calles
Para Albert Botran, las reformas que vendrán de PSOE y Unidas Podemos serán "muy tímidas", sin afectar a ningún pilar del Estado y sin molestar a la oligarquía del Ibex 35. El diputado de la CUP en el Congreso ha cargado contra ERC por no pactar la "amnistía y la autodeterminación" con el PSOE. Además, ha constatado que "el Estado no puede cambiar casi nada sin una ruptura".
Por esta razón, emplaza a dar batalla en el Parlament contra el Tribunal Constitucional y obligar al nuevo gobierno a posicionarse, mientras considera la "desobediencia civil" como "una potente herramienta de cambio". Todo ello con el objetivo de preparar a los antisistema ante el fracaso de la fase reformista anunciada por Sánchez e Iglesias.
Pero los CDR van más allá de las palabras en los despachos o en las instituciones. A su juicio, el PSOE carece de toda confianza y honestidad al no garantizar el ejercicio de la autodeterminación, mientras mantiene "el acoso más intolerable" contra el independentismo. Por estos motivos han descartado continuar con actos simbólicos, tan dados en el independentismo, y piden coordinación y estrategia para poder llevar a cabo sus acciones con seguridad.
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