Concentraciones estáticas de manifestantes, en calles de más de 20 metros de ancho, respetando los dos metros de distancia de seguridad, con mascarillas, gel hidroalcohólico y sin pancartas ni otros elementos compartidos. Así quiere el Govern presidido por Quim Torra que se lleven a cabo las manifestaciones a partir de ahora en Cataluña. Y, con este objetivo, aprobará el sábado un estricto protocolo dentro del plan PROCICAT, que remitirá al Gobierno central para que dé luz verde a la celebración de concentraciones de protesta en Cataluña a pesar del estado de alarma y en plena fase de desescalada.
Si bien el conseller de Interior, Miquel Buch, no ha comentado nada al respecto este viernes, todo indica que los primeros en acogerse a la nueva situación, en caso de ser aprobada por el Gobierno central, serían los manifestantes de la Meridiana, independentistas que se concentraron en esta vía estratégica de la ciudad de Barcelona desde el 14 de octubre del año pasado con motivo de la sentencia condenatoria de los líderes separatistas del referéndum ilegal del 1-O. Y no dejaron de hacerlo hasta que se declaró el estado de alarma por el COVID-19 a mediados del pasado mes de marzo. Desde entonces, han mantenido la protesta por vía telemática, publicando en su canal de Telegram imágenes de manifestaciones virtuales en las que los protagonistas eran muñecos.
¿Ensayar en la Meridiana?
La Meridiana tras la pandemia del COVID-19 podría ser también un ensayo para la gran manifestación independentista que, desde 2012, se celebra cada año el 11 de septiembre en Cataluña promovida por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y todos los partidos separatistas. Una manifestación que, en estos momentos, el conseller de Interior ha dicho que "ve muy lejos". Sin embargo, Buch sí ha admitido que "es probable que, si hay manifestaciones durante el verano, nos ayuden a todos a entender cómo serán las manifestaciones en una situación como la que estamos viviendo".
Desde la ANC, de momento, se trabaja para celebrar una Diada "descentralizada" y "medio presencial, medio virtual". De tal modo que quienes no quieran exponerse al riesgo del coronavirus puedan participar en la protesta desde sus hogares vía internet. Además, la entidad también está dispuesta a renunciar a que la protesta comience a las 17.14 horas del 11 de septiembre, tal y como viene haciendo desde 2012.
Otros como el ex presidente fugado Carles Puigdemont se han mostrado más optimistas sobre lo que puede ser la Diada de 2020. El ahora eurodiputado y presidente del Consell per la República cree que es posible aprovechar las medidas de seguridad impuestas por la pandemia para organizar "una coreografía" que proporcione imágenes que puedan "dar la vuelta al mundo". Así lo explicó a finales del pasado mes de abril en una entrevista en la que también apostó por mantener la convocatoria.
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