Los investigadores Nafees Hamid, Clara Petrus y Hammad Sheikh son los autores de un estudio sobre el independentismo catalán que, entre otras cuestiones, apunta que los partidarios de la ruptura con España son cada vez más proclives a utilizar la violencia para alcanzar su objetivo. El mismo estudio, promovido por la organización Artis International y con apoyo de la entidad gubernamental norteamericana Minerva Research Initiative, asegura que los independentistas se han vuelto "más tribales" en los últimos meses.
Los autores del trabajo, que ha sido publicado por The Washington Post, explican que han realizado numerosas encuestas y entrevistas en los últimos años en Cataluña para poder alcanzar sus conclusiones. La última este mismo otoño y con un total de 1.070 encuestados "antes y después" de conocerse la sentencia del 1-O.
El estudio asegura que la "postura dura" del Gobierno central sobre las reivindicaciones de los independentistas no ha ayudado a solucionar el problema. Como consecuencia de esta postura y de la sentencia sobre el referéndum ilegal, afirman los investigadores, los independentistas muestran "un apoyo más amplio a la violencia antigubernamental". Según este estudio, el apoyo al uso de la violencia entre los independentistas creció un 20% tras conocerse las condenas por la celebración del referéndum ilegal del 1-O. "La mayoría de los partidarios de la independencia ahora aceptan el uso de cierto grado de violencia", afirman los investigadores. Pero aclaran que dicha violencia se dirigiría "contra la policía española en defensa de la búsqueda de la independencia".
Violencia política
Según estos investigadores, sin embargo, los altercados que se produjeron el pasado mes de octubre no fueron una respuesta espontánea a la "agresión policial". "Nuestros resultados", aseguran, "muestran un cambio definitivo del pacifismo anterior a una mayor tendencia a apoyar la violencia política". Algo que ya se pudo intuir cuando el presidente Quim Torra hizo un llamamiento a los independentistas para estar dispuestos a sacrificarse y convertirse en mártires.
El estudio, por otro lado, analiza también la cuestión de la identidad catalana. En este sentido, los autores aseguran que los independentistas "se han vuelto más tribales". Recuerdan que, en 2014, los separatistas presumían de la integración de los inmigrantes en su movimiento. Pero, cinco años más tarde, son mayoría los que piensan que "la identidad catalana es algo que no se puede adquirir" y que "está en su sangre". Cuanto más independentista era el encuestado, añaden, "más excluyente se volvía su noción de identidad catalana".
Esta investigación arroja también datos sobre los catalanes no separatistas. Cuando empezaron la recogida de datos en 2014, los investigadores comprobaron que este segmento de la población veía "el catalán y el español como identidades superpuestas". En 2019, los mismos encuestados aseguraron verlas como identidades "totalmente separadas". Algo que, a juicio de los investigadores, acerca los moderados a los separatistas y a los nacionalistas españoles.
Vox como consecuencia
Los autores del estudio, por otro lado, vinculan el procés catalán con el resurgimiento del "ultranacionalismo" en España. En su opinión, los buenos resultados obtenidos por Vox, tercera fuerza política en el Congreso, son consecuencia de "la indignación contra el movimiento de independencia". Además, acusan al Gobierno de emplear una estrategia "que no ha funcionado".
El estudio concluye que "a largo plazo" España podría tener que afrontar una situación de "fragmentación social" que, además, afectaría a su relación con Europa. Todo ello a consecuencia de un independentismo cada vez más violento y de un constitucionalismo "cada vez más polarizado".
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