La injerencia de Rusia en el procés independentista en Cataluña ha disparado las alarmas en los últimos meses. No son pocos los vínculos entre el Kremlin y los líderes independentistas, algunos de ellos investigados judicialmente.
Es "un hecho constatado", ha afirmado Nicolás de Pedro, senior fellow en el Institute for Statecraft de Londres y miembro del Euren, organismo dependiente de la Delegación de la UE en Rusia; y ha trabajado como consultor sobre asuntos rusos para el Parlamento Europeo, Open Society Initiative for Europe (Osife), el Club de Madrid y el proyecto EUCAM, entre otros.
"No quiere decir que el procés sea cosa de Vladimir Putin", ha reseñado. De Pedro se ha expresado en estos términos en el acto de presentación de un nuevo libro titulado Desinformación, poder y manipulación, escrito junto a expertos en terrorismo y contrainformación, como el profesor y colaborador con el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, Carlos Echeverría Jesús; Nicolás de Pedro, senior fellow en el Institute Statecraft de Londres; Manuel Torres Soriano, profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Pedro de Olavide; Guillem Colom, profesor de Ciencia Política y de Administración en la misma universidad; y los periodistas Vicente Vallés, director de informativos de Antena 3; y David Alandete, corresponsal de ABC en EEUU.
Desde antes del referéndum ilegal, en octubre de 2017, los independentistas han tratado de desvincularse siempre de la injerencia rusa. "Los líderes independentistas se han cuidado y mucho no vincular su actividad con Rusia, pero sí desde sectores minoritarios -que han tenido eco en medios sustentados por el Kremlin-. Su objetivo era pertenecer a la UE una vez conseguida la independencia y por tanto había poco interés en explotar esta vía", ha considerado De Pedro.
El acercamiento de Puigdemont al Kremlin
Desde hace unos meses, sin embargo, la estrategia de Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat y fugado de la justicia española, ha sido justo la contraria. "Sí hay interés de Puigdemont en aparecer en medios rusos", ha afirmado el experto, quien ha señalado que "Rusia utiliza el procés como medio para desestabilizar a la Unión Europea".
Para este experto en asuntos rusos, Putin se aprovecha de una situación vulnerable de la cuarta potencia económica de la UE y de un miembro de la OTAN, mientras instrumentaliza a los independentistas. "Al kremlin le da igual la causa independentista, ve la oportunidad de desestabilizar a un país de la UE", ha afirmado. Lo mismo está haciendo con la cobertura sobre el movimiento de los 'chalecos amarillos' en Francia.
La estrategia seguida hasta ahora por el independentismo se ha centrado en deslegitimar a España como un país democrático y en los medios y asociaciones separatistas se presenta como una nación dictatorial, tal y como recuerdan reiteradamente las pancartas de la Asamblea Nacional Catalana en el Camp Nou, entre otros lugares y manifestaciones. También a nivel internacional. "Los líderes del procés han intentado legitimar su discurso desligitimando, a su vez, la realidad de la democracia española, ya sea interna como internacionalmente, que resulta más irritante a España como Estado", ha afirmado.
La estrategia del independentismo es un error y tiene poco efecto
A juicio personal de Nicolás Pedro, "es un error y tiene poco efecto práctico, al ser un discurso llevado al extremo y por tanto pierde credibilidad". Tampoco ha dado pistas sobre cómo sería la estrategia de comunicación que deberían hacer internacionalmente."Prefiero ahorrármelas", ha indicado.
El independentismo es un movimiento "muy impenetrable" y trata de consolidarse como un espacio estanco, pero no deja de ser "un problema muy importante" para España. "Es un discurso que fractura y genera desafección, generando un problema de cara a la convivencia", ha explicado.
La maquinaria rusa y sus medios
En la propia obra se dedica un capítulo íntegro a esta injerencia rusa en Europa. Como ejemplo de esta gran maquinaria de desinformación encuentra la nota de prensa de la agencia pública Tass sobre un referéndum en Crimea. En ella se afirma que el inexistente Gobierno de la República Autónoma de Crimea tenía un plan para imitar "las experiencias acumuladas por Escocia y Cataluña", según escribe el corresponsal de ABC.
La pieza, supuestamente informativa, vinculaba a los distintos movimientos independentistas europeos con la situación de la península de Ucrania. Según la información, fechada a inicios de marzo de 2014, "en Cataluña, se celebrará un referéndum de soberanía respecto a España el 9 de noviembre". Ni una mención a que esta consulta no era vinculante ni que los denominados constitucionalistas la boicotearían.
Los medios rusos y sus falsedades informativas
En el referéndum de 2017, varios medios rusos como Sputnik y Russia Today (RT), ayudados por Julian Assange, alertaban de los riesgos de una intervención militar, guerra civil o limpieza étnica en España. Todo ello con el fin de legitimar la anexión de Crimea a Rusia y advertir que el independentismo sería el fin de la UE. El mismo Putin hizo mención sobre la situación política en Cataluña en su discurso del 19 de octubre de 2017. "La situación en España muestra claramente cuan frágil puede ser la estabilidad incluso de un estado próspero y establecido. ¿Quién podría haber esperado que el debate sobre Cataluña (...) dé lugar a una grave crisis política?", afirmaba el presidente ruso.
Sputnik nació el 10 de noviembre de 2014, justo el día después del referéndum ilegal de Artur Mas, por el que fue inhabilitado y tuvo que pagar una multa con el resto de organizadores de más de cinco millones de euros. Para esta agencia, los residentes en Cataluña solo hablan catalán, pese a que la lengua mayoritaria es el castellano; y cuyo peso en el PIB de España ronda el 20%, siendo "una de las regiones más ricas".
Una de las más polémicas desinformaciones fue en 2016, cuando la misma agencia titulaba: "Una Cataluña independiente reconocerá que Crimea es rusa". La falsa noticia se basó en declaraciones de José Enrique Folch en un cumbre independentista en Moscú convocada por un abogado con lazos con el Kremlin, Alexander Ionov. Folch no era más que el representante de Solidaritat Catalana per la Independencia -la formación que fue presidida por Joan Laporta y contó, entre otros, con Alfons López Tena- y no ostentaba cargo público relevante entonces. El propio Folch formalizó una queja por la nota de la agencia rusa, que tuvieron que modificarla. La nota iba sin firma alguna, pese a ser "crucial" en medios serios y tradicionales.
Assange y su lenguaje bélico
Otro de los actores importantes para los independentistas ha sido Julian Assange, quien se ha posicionado a favor del separatismo en numerosas ocasiones y está acusado de ayudar a Rusia en sus injerencias internacionales, como en las elecciones de 2016. La primera vez que el fundador de Wikileaks se mostró favorable a la ruptura de Cataluña con el resto de España fue en los días previos a la Diada de 2017. "La ciudadanía catalana tiene el derecho a la autodeterminación", afirmaba en las redes sociales, un texto que acompañó con la foto de los tanques en la plaza de Tiananmen en 1989, una protesta que conllevó la muerte a miles de personas.
Apenas 20 días después aseguraba que se había iniciado "la primera guerra mundial en Internet". Assange, en un tono bélico, utilizaba las informaciones judiciales sobre los cierres de páginas web en favor del referéndum ilegal como si de un "ataque" de España contra Cataluña se tratara. Un lenguaje que volvió a utilizar para cargar contra España tras las cargas policiales del 1-O. "El Estado español está claramente determinado a empujar a Cataluña hacia la DUI. Del mismo modo que Hitler utilizó a un minoría étnica para que la mayoría étnica se arrojara a sus brazos".
El falso número de heridos del 1-O
Alandete también menciona las cifras falsas sobre el número de heridos que hubo en la consulta ilegal. Desde la Generalitat se contabilizaron más de 800 heridos, incluidos 17 agentes de policía. La cifra se elevaba comunicado tras comunicado de la Consejería de Salud, hasta alcanzar la friolera de 1.066, pero sin desglosar en qué consistían las heridas. Meses después, la Generalitat tuvo que dar las cifras reales: 30 traumatismos, 23 fracturas, 383 policontusiones, 435 contusiones, 50 heridas, 36 lipotimias, 28 casos de ansiedad -algunos registrados en sus propios hogares-, tres arritmias y dos casos de conjuntivitis.
Desde los medios de la Generalitat se animaba a denunciar cualquier dolencia, por nimia que fuera. Uno de los casos de esta desinformación fue el de Marta Torrecilla, quien denunció en un primer momento la rotura de los dedos de la mano izquierda y agresión sexual por parte de la policía. Las imágenes echaron por tierra su testimonio, ya que la venda -y no escayola- reflejaban heridas en la mano contraria. En TV3 aseguraba después que fue lo primero que te viene cuando estás en esa situación". Además, las redes sociales se encargaron de propagar su caso y publicar vídeos de protestas de años anteriores.
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