La Justicia condenó a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) al pago de 6,6 millones de euros por la corrupción en el Consorci del Palau de la Música. De esta cantidad, el extinto partido dirigido por Jordi Pujol y Artur Mas debe aún 1,231 millones de euros.
La Generalitat, en respuesta a una pregunta por escrito de Ciudadanos en el Parlament y a la que ha tenido acceso El Liberal, ha asegurado que no ha adoptado ninguna medida judicial para recuperar esta deuda. Para el ejecutivo autonómico de Quim Torra, "se han embargado suficientes bienes para hacer frente al pago de las cantidades desviadas, tanto en el Consorci del Palau como de la Fundación, al tiempo que ha procedido a la venta de bienes para recuperar estas cantidades".
Ciudadanos ha pedido ejercitar "urgentemente" acciones legales de embargo por valor de los más de 1,23 millones de euros para cubrir la deuda pendiente por el "expolio", incluyendo los bienes de los condenados y responsables civiles como los herederos de CDC, PDeCat y ahora JxCat, que continúan recibiendo subvenciones por concurrir a las distintas convocatorias electorales. Este nuevo escándalo se ha conocido después de que la Generalitat haya admitido pagar la defensa de José Luis Trapero.
Hasta ahora, la Generalitat ha recuperado 3,651 millones de euros con estas prácticas, mientras dará a conocer diversas medidas cautelares en los próximos días como ampliación a esta respuesta. La formación presidida por Carlos Carrizosa en el Parlament señalaba que CDC cobró un total de 6,6 millones de euros en comisiones ilegales de Ferrovial para conseguir adjudicaciones de obra pública.
Maragall tenía razón
La sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona ha acreditado la financiación irregular del partido antes hegemónico en Cataluña, cuyo modo de financiación bautizó el expresidente socialista Pasqual Maragall con el nombre de 3% en una histórica sesión en el Parlament. "Ustedes tienen un problema, y ese problema se llama 3%", afirmó Maragall ante Artur Mas, expresidente de la Generalitat en 2009.
Estas mordidas se extendieron durante una década, desde la última etapa de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat hasta la llegada de Artur Mas. En una nueva sentencia, la Audiencia Provincial ordenó el pago de estos 6,6 millones a CiU, así como condenar a Daniel Osácar, extesorero del partido, siendo el único miembro del partido sentado en el banquillo.
La justicia probó que el partido hasta ahora hegemónico en Cataluña, a través de sus "altos responsables", participó en la trama de presionar a cargos públicos de las administraciones que controlaban para garantizar las adjudicaciones a la constructora Ferrovial.
Las confesiones de la cúpula del Palau destaparon el caso
En el caso, la cúpula del Palau de la Música, Fèlix Millet y Jordi Montull, confesaron el desvío de fondos para hacer viajes de lujo por valor de 650.000 euros en viajes, entre otros gastos. El expolio a las arcas públicas catalanas fue de 23 millones de euros.
Las confesiones de Millet y Montull derivaron en uno de los mayores casos de corrupción en Cataluña, más cuando CDC utilizaba el Palau como una tapadera para encubrir estas comisiones ilegales.
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