La pandemia del coronavirus SARS-Cov-2 ha hecho saltar todas las alarmas en los centros de trabajo del 112 y del 061 en Cataluña. Es el primer contacto de los ciudadanos antes de ir a urgencias por síntomas de coronavirus en este momento o bien para informarse sobre este virus.
Los trabajadores denuncian sus precarias condiciones laborales debido a la subcontratación de personal para la gestión del servicio. Los puestos de trabajo del 061 y del 112 no son públicos, son empresas subcontratadas que gestionan el personal, Ferrovial en caso del 061 y Grupo Norte en caso del 112, han señalado. La central de los dos números de teléfono, ya sea por la demanda de los ciudadanos como la gestión de las empresas anteriormente mencionadas, tanto como el SEM y la Generalitat hasta el Gobierno de España, es "excelentemente negligente".
"Estamos pendientes de confirmar 5 casos positivos en el edificio, que sea verdad o no, lo van a encubrir", han destacado los trabajadores, quienes denuncian que "están jugando con nuestra salud y no les importa".
Según han señalado, el teletrabajo es una posibilidad real, pero no se ha invertido para ello. "El 112 y el 061 están privatizados y manda el dinero, no la necesidad", según han relatado. "Si hay un brote en nuestros edificios, caerá la base de la pirámide y la ciudadanía estará desamparada pues no tendrá como contactar con los servicios de urgencia, suponiendo que ahora, aunque tarde, se puede contactar", .
Ejemplos de la falta de medidas preventivas
Según han explicado estos trabajadores, tan solo se han distribuido geles por la sala como única medida de prevención. "No se cancelaron visitas, entra y sale quién quiere del edificio", han aseverado. En el caso de Grupo Norte (112) fue no fichar con la huella digital y se facilitó a los trabajadores una botella de alcohol etílico de 98º. Pasados dos días, se distribuyeron guantes de látex, pañuelos y alcohol para desinfectar los dispositivos, así como pantalla, teclado, ratón y teléfono.
Los trabajadores del teléfono de emergencias residentes en la confinada Igualada y los municipios de la cuenca del Òdena fueron "obligados" a presentarse en sus puestos mediante un "salvoconducto de CECAT, gestionado por el jefe de servicio de Zona Franca", según han afirmado. De esta forma, pasaron los controles de los Mossos d'Esquadra y llegaron a acceder al interior del edificio sin que se les realizara prueba alguna sobre el coronavirus.
Otro empleado ha afirmado que es una persona de riesgo al haber entrado en contacto con una persona que dio positivo. Pese a esta advertencia, el jefe le dijo "que si no se encontraba mal, que viniera a trabajar".
Además, el pasado sábado, Pere Aragonés, vicepresidente de Cataluña, visitó las instalaciones del SEM, paseándose entre los trabajadores empleados como "Pedro por su casa", un día después se confirmó que era uno de los infectados.
Las largas colas de espera rozan los 60 minutos
Pese a ello, no se han adoptado "medidas más drásticas y el edificio sigue sin estar cerrado a gente exclusiva del personal y no se está habilitando el teletrabajo", según han aseverado.
Los teléfonos están colapsados y tampoco se han tomado medidas para reducir las esperas de inquietos ciudadanos que se interesan por sus síntomas y pretenden resolver sus dudas sobre el SARS-Cov-2. Tan solo en el 112, la espera es de tres a cinco minutos, con una media de 30 llamadas en cola. En el 061, la espera llega hasta los 50 minutos, según denuncian.
7.000 posibles casos esperan la respuesta del 112
Según el 112, hay pendientes de devolver la llamada a más de 7.000 personas que han solicitado asistencia por síntomas de coronavirus y no los van llamar, por que es logísticamente imposible. "No hay suficiente personal para esa afluencia de llamadas, que sigue siendo creciente", según han advertido.
A su juicio, la saturación del teléfono de emergencias es "importante y peligroso". El tiempo de espera y gestión que lleva hasta la activación del recurso es vital para algunas asistencias sanitarias graves, como infartos o accidentes con heridos graves, según comunican.
¿Hasta qué punto tenemos que jugarnos la salud por la negligencia de los políticos y empresarios? ¿Hasta qué punto la ética y la moral prevalecen sobre la negligencia?
Recordad, cuando necesitéis ayuda, la primera voz que oiréis será la nuestra. Si no estamos, ¿qué pasará?
El equipo del 112 y 061 de Cataluña.
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