Tsunami Democràtic, este nuevo actor independentista, nacido en septiembre de 2019 y con especial actividad tras la sentencia del juicio del procés, ha activado una estrategia no vista antes en Europa, con una movilización total del independentismo a través de órdenes dadas por 'anónimos' y seguidas por miles de personas a ciegas. ¿Pero cómo se ha llegado a este punto?
Este es el objeto de análisis de un informe policial sin firmar. Según han corroborado fuentes solventes a El Liberal, los autores del mismo son policías nacionales, guardias civiles y mossos d'Esquadra, entre otros cuerpos de seguridad del Estado. A juicio de estos agentes, la plataforma independentista lleva a cabo "una estrategia criminal para conseguir dar un golpe de estado blando", una "acción terrorista ejecutada con medios digitales" para alcanzar "fines ilícitos".
Según las conclusiones de este estudio, al que ha tenido acceso este medio, basado en informaciones periodísticas y la actividad en redes sociales, "no deja de ser una nueva forma de lucha terrorista adaptada a las nuevas tecnologías".
Guerra de guerrillas
Para estos agentes de los distintos cuerpos del Estado y la Generalitat, es urgente la necesidad de entender la "guerra de guerrillas digital" para poder hacer frente a Tsunami Democràtic. "La única forma de luchar contra este fenómeno es contra narrando", han asegurado en sus conclusiones.
Esta estrategia policial tendría distintos objetivos, entre los que se encuentra la eliminación de las interferencias en la opinión de la ciudadanía por la desinformación o la manipulación de información real. También han considerado necesario "combatir en igualdad de condiciones" estableciendo niveles de alcance, volumen y presencia similar a la que tiene esta organización en redes. De esta forma, han defendido que la lucha debe obligar a los independentistas a utilizar tareas de mantenimiento constante, para obligarles a consumir recursos económicos y humanos, así como tener que cambiar el rumbo con escenarios incómodos.
Otros objetivos pasarían por la eliminación de activos tecnológicos de Tsunami Democràtic de forma progresiva, como se ha conseguido con la prohibición de la descarga directa de su aplicación en las plataformas más importante, así como conocer el origen de su financiación y descubrir a los autores de la desinformación para debilitar su reputación.
Ciudadanos, abducidos e inducidos
Según el estudio, Internet puede ser el vehículo perfecto para orientar a los individuos, que pasan por diferentes estadios en lo que son "abducidos e inducidos a comportarse de forma impredecible". Este cambio en la capacidad de los ciudadanos en el ámbito digital tiene que ver con "conceptos psicológicos, como la pertenencia al grupo, la necesidad de rebelarse incluso contra aquellos que no entiende, la búsqueda de la identidad y su cometido, aumentar su visibilidad o trascender más allá de su reducido ámbito".
La transformación del individuo no es inmediata, sino que se realiza a través de cinco pasos: atracción, influencia, manipulación, adhesión y movilización, ejecutados todos ellos de forma consecutiva. De esta manera, Tsunami Democràtic consigue que los independentistas pasen de observar a ser activistas en las calles, como si de un proceso comercial se tratase, un camino conocido hacia la conversión, en este caso, conversiones políticas.
El fin de Tsunami Democràtic es desgastar
Según los autores anónimos, estas estrategias tienen "consecuencias nefastas para los gobiernos". "Una maquinaria digital enfocada a lo político solo tiene como fin el desgaste, pero en realidad estamos ante el terrorismo digital del siglo XXI".
"Sirve como captador, amplificador y catalizador del malestar social, real o irreal, con el único objetivo de un cambio político" y llegado al peor escenario, el golpe de Estado blanco, se "eleva de forma progresiva la intensidad y objetivos, mediante fases y apoyado por las nuevas tecnologías". De esta forma, la presión puede conseguir adelantar las elecciones, provocar renuncias, aislamiento internacional y finalmente, derrocar un gobierno.
Ahora comprendemos cómo las tecnologías de la información han jugado un importante papel en las últimas "revoluciones" provocadas desde mentiras, denominadas "no violentas", ejecutadas desde el manual de Eugene Sharp, 'De la Dictadura a la Democracia' y su catálogo de 197 estrategias de 'acción no violenta', un manual para tratar de debilitar los estados y provocar un cambio político, aparentemente, sin derramamiento de sangre.
Tsunami Democràtic, ejemplo de comunicación para un ministro de Sánchez
Manuel Castells, el nuevo ministro de Universidades, se refirió hace apenas unas semanas a 'Tsunami Democràtic' durante una conferencia en Chile, en el Centro de Estudios Públicos (CEP). Según afirmaba, esta organización se ha basado en Telegram para difundir sus órdenes e instrucciones a más de 150.000 personas, presentándolo como refrente de la comunicación al evitar la intervención del Estado o de gobiernos.
Durante sus explicaciones no hizo mención alguna sobre las actividades de este actor separatista. Tsunami Democràtic no solo utiliza las redes sociales, también dispone de una aplicación informática para transmitir sus mensajes de forma anónima, en el que todos los miembros están geolocalizados. La Audiencia Nacional ha ordenado el bloqueo a esta aplicación a través de plataformas como Github (Microsoft).
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