18 días lleva el Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca, gobernado por el socialista Enric Llorca, esperando a que el Departamento de Salud de la Generalitat, dirigido por la republicana Alba Vergés, le dé el visto bueno al hospital de campaña y al hotel medicalizado instalados en este municipio. Llorca ha asegurado este lunes que en todo este tiempo no ha recibido por parte de Salud ninguna respuesta: "O no se han puesto al teléfono o han dicho que los dejara porque estaban planificando y que, cuando acabaran, ya se pondrían ellos en contacto".
El hospital de campaña, instalado en un polideportivo municipal, fue levantado por la Guardia Civil a petición del Ayuntamiento. Los trabajos se llevaron a cabo en un plazo de 48 horas con asesoramiento de Médicos Sin Fronteras. Cuenta con 140 camas y con todo el material necesario para la atención de pacientes de la COVID-19. Lo mismo sucede con el Hotel Bristol, ahora medicalizado y con capacidad para atender a 47 enfermos más. Ninguna de estas dos instalaciones, sin embargo, ha merecido la atención del Departamento de Salud.
Sin interlocutores
"No se entiende", ha dicho Llorca en declaraciones en Antena 3, "hay mucha gente que está trabajando bien. Profesionales de la atención primaria y del propio departamento. Por eso no entiendo esta actitud. Tenemos que ser sensibles al sufrimiento de nuestros ciudadanos".
Un sufrimiento que Enric Llorca conoce de primera mano pues, además de alcalde, es también médico en el Centro de Atención Primaria de Sant Andreu de la Barca. Según ha explicado, atiende cada día a entre 40 y 50 pacientes, muchos de ellos con diagnóstico positivo por COVID-19. Ahora deben pasar la enfermedad en sus domicilios, con el riesgo de contagio que eso supone para quienes viven en la misma casa. "Deberían estar en este tipo de instalaciones", ha advertido Enric Llorca.
El alcalde ha recordado que Salud ha tardado "16 días en montar algo similar en un pueblo cercano". Y ha rechazado que, como dice la Generalitat, el motivo del retraso de la autorización a estas dos instalaciones ahora paradas tenga algo que ver con la falta de diálogo entre ambas administraciones. "Nosotros hemos pretendido tener un diálogo constructivo desde el primer momento", ha asegurado, "pero no ha habido interlocutor".
Llorca, finalmente, ha recordado que "no es el momento de las siglas" y ha pedido a la Generalitat que tenga claro que es "la necesidad de los ciudadanos la que debe imperar".
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