En una entrevista concedida a El Confidencial, la eminencia en el campo de la inmunología Sergio Romagnani ofrece algunas de las claves del éxito de la región italiana de Véneto en su lucha contra el coronavirus. Y es que, a diferencia de Lombardía (9.200 muertos) allí el virus está retrocediendo tras una serie de medidas que otros territorios no han tomado a tiempo (662 muertos).
Así, este científico, que fue uno de los primeros científicos en advertir el riesgo que corría Europa ante una posible pandemia y que ha tutelado la actuación en Véneto, cuenta que la diferencia entre Lombardia y esta última región es que en ella —aconsejados por su discípulo Andrea Crisanti— las “autoridades decidieron hacer test a todos los habitantes del pueblo” y “aislar a los positivos asíntomáticos”. “Cuando los contagiados asintomáticos fueron aislados, el porcentaje de enfermos disminuyó de golpe del 3,2% al 0,3%. ¡Más de 10 veces! Llegamos a la conclusión de que la circulación del virus alrededor de una misma persona, aunque ya esté infectada, agrava su patología”, expone.
El aislamiento de los positivos, clave para frenar la pandemia
Siendo así, Romagnani piensa que “quizá fue el aislamiento de los positivos lo que frenó la epidemia”. "La exposición repetida lo agrava todo. Es como si las insignificantes mutaciones que el virus va sufriendo lo hiciesen mucho más peligroso para aquellos que están expuestos continuamente a su presencia", describe.
Por lo que respecta al caso de España, el científico italiano no cree que en nuestro país se estén haciendo las cosas bien: “Madrid está ocurriendo lo mismo que en Lombardía. En Lombardía no han hecho test a los asintomáticos, solo a los que tienen ya síntomas. Y no han querido llevar mascarillas. Dos enormes errores estratégicos, que son los que han desatado la tragedia Lombardía está como Madrid, ya lo sabe: tenemos muchas personas en terapia intensiva”.
Critica que las autoridades recomendasen no usar mascarillas
En cuanto al uso de mascarillas, destaca que fue un error que las autoridades de diversos países recomendaran no usarlas. “Eso ha sido un error enorme. ¡Enorme! Las mascarillas es obvio que no dan una protección al 100%, pero si las lleva todo el mundo baja muchísimo el riesgo de contagio”, afirma. Y recuerda: “Cuando llegaron los médicos enviados por China no se podían creer que en Italia las autoridades recomendasen lo contrario”.
Por el contrario, alaba que en los países asiáticos se hayan efectuado miles de test. “Aunque es imposible hacer test a todo un país”, razona, “lo que se puede hacer es elegir a quién lo haces y no parar. Se tiene que empezar con las categorías que pueden ser vector de contagio por el trabajo que desarrollan. Médicos, enfermeros, personal sanitario, trabajadores de supermercados, agentes de policía, farmacéuticos, etcétera. A esos hay que hacerles test a todos.”
El papel de la OMS ha sido "desastroso"
En este sentido, el científico lamenta que en Lombardia no hicieran test ni a los médicos. “Lo peor es que seguían las recomendaciones de la OMS, que decía que había que hacer test solo a los que tenían síntomas”, aclara. “El papel de la OMS ha sido totalmente desastroso. Hasta hace 10 días, aquí seguían diciendo por televisión en mensajes oficiales que las mascarillas no servían para nada, que los test a los asintomáticos no servían para nada. Al final, Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la OMS”, relata.
¿Y cómo es posible que haya fallado tanto la OMS? Según Romagnani, se debe que sus integrantes “son burócratas que han hecho carrera dentro de oficinas, pero no han vivido la experiencia de campo”. A este respecto, recuerda que los “políticos se han dejado aconsejar por burócratas, en lugar de por expertos. Los políticos están siendo muy criticados, pero la verdad es que han tomado decisiones aconsejados por lo que les decían los técnicos”.
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