La mayoría de los barceloneses detesta los días lluviosos, en especial los usuarios de Rodalies de Catalunya, pues saben que las inclemencias metereológicas aumentan la posibilidad de que el tren sufra demoras. Los clientes de Renfe denuncian desde hace años que las incidencias son habituales en la infraestructura ferroviaria de la provincia de Barcelona, gestionada por el administrador ferroviario Adif. Una de las peores de los últimos años se produjo en la estación de Barcelona-Sants a finales del pasado agosto, cuando más de 100.000 viajeros sufrieron retrasos superiores a una hora en la circulación de corta y media distancia. En el caos que envuelve al servicio de Rodalies, Renfe admite fallos del servicio pero señala a Adif, propietaria de la infraestructura y responsable de su gestión.
El presidente de Renfe, el catalán Isaías Táboas, sostiene que el servicio de Rodalies de Catalunya “va peor de lo que quisiera pero mejor de lo que la sociedad catalana percibe” tras años de quejas en vano: “Los índices de puntualidad son como en Reino Unido, Francia o Alemania. Sólo son mejores en Lituania y Letonia”. Cuestionado por las soluciones técnicas que los clientes de Renfe exigen para la anticuada infraestructura ferroviaria de Cataluña, el máximo responsable del operador del servicio ferroviario público, de visita de obras en una estación de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), responde con contundencia: “Nosotros pasamos por las vías ferroviarias de otra empresa”.
Rivalidad Renfe-Adif
Las catenarias, las vías, las estaciones y las averías ferroviarias son competencia de Adif, empresa pública también dependiente del Ministerio de Fomento. El administrador ferroviario es blanco de las críticas de la cúpula de Renfe, empresa propietaria de los trenes y responsable de su circulación. “Nuestros trenes van por encima de las infraestructuras de otra empresa”, insiste Táboas. “Pídanme que mis trenes lleguen puntuales; que sean cómodos, y que se informe correctamente sobre ellos. Pero las soluciones técnicas no son competencia de Renfe. Sobre las infraestructuras, son otros quienes tienen poder de decisión”.
Con frecuencia, Renfe suele culpar de las incidencias de la red de corta distancia de Cataluña a las instalaciones de la línea; es decir, a Adif
Decidir cuál es la responsable de las continuas incidencias en la red de Cercanías de Cataluña enfrenta desde hace años a Renfe y Adif. Las dos empresas públicas se culpan mutuamente. Ese escenario ha sido aprovechado por los últimos gobiernos de la Generalitat para arremeter contra el Estado por la falta de inversión en las infraestructuras ferroviarias catalanas.
Con frecuencia, Renfe suele culpar de las incidencias de la red de corta distancia a las instalaciones de la línea; es decir, a Adif. Los técnicos del administrador ferroviario son los encargados de reparar las averías que sulfuran a los usuarios de Renfe en Cataluña, habituados a sufrir retrasos que han llegado a alcanzar tres horas. En situaciones de caos ferroviario, la queja más repetida entre los pasajeros afectados es la falta de información por parte de Renfe.
Falta de información
El presidente de Renfe reconoce que el operador tiene el objetivo de mejorar la respuesta informativa a las incidencias que generan que la Generalitat reclame la plena asunción del servicio.
Táboas admite que durante las incidencias Renfe no informa lo suficientemente claro a los clientes afectados. Por eso, la empresa se marca como objetivo mejorar a la hora de dar explicaciones a los usuarios víctimas de incidencias, darlas más rápido y darlas mejor.
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