Cien menores inmigrantes viven en un hotel de Sant Just Desvern desde hace más de un año. Un establecimiento de las afueras de Barcelona acoge desde hace 13 meses a un centenar de adolescentes no acompañados por la falta de espacios de la Generalitat, una situación que iba a ser temporal y para la que la administración autonómica no cuenta con una solución a corto plazo.
Desbordada por su incapacidad de gobernar una crisis migratoria que le provoca angustia, la Generalitat no esconde que albergar en un hotel de estrellas a un grupo de jóvenes era solo una decisión provisional que, sin embargo, acumula un año y un mes.
Lo peor es que, según explican fuentes próximas a los chicos, la estancia en el hotel City Park puede alargarse. Existen algunas opciones para albergar definitivamente a los jóvenes en un espacio adecuado a sus necesidades, pero la Generalitat no ha conseguido cerrar ninguna de ellas. Mientras, ellos siguen con su vida en un lugar que todos consideran acogedor pero que no reúne las condiciones para que un adolescente se integre plenamente en su sociedad de acogida.
El grupo del City Park, compuesto por africanos de origen subsahariano, iba a trasladarse a un centro de nueva construcción de Rubí (Barcelona). Así lo había decidido la Generalitat. Pero vecinos y la alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez (PSC), rechazaron el proyecto con contundencia el pasado mes de mayo. A pocas semanas para la celebración de las elecciones municipales, la alcaldesa afeó a la Generalitat que no había proporcionado suficiente información sobre el proyecto. Con ese pretexto, el Ayuntamiento de Rubí rechazó la posibilidad de albergar a los menores en su municipio. El PSC ganó las elecciones con el doble de votos y concejales que en 2015. Los menores siguen en el hotel.
La Generalitat aún no ha encontrado una alternativa para la acogida de los jóvenes alojados en Sant Just Desvern. Transcurridos más de un año desde su llegada a Cataluña, no hay alternativa ni solución para su ubicación temporal en un hotel. La ONG Save The Children ha denunciado la situación que los menores viven en Cataluña. Más de 1.100 menores llegaron solos a la comunidad durante los meses de agosto y septiembre del verano de 2018.
Los adolescentes acogidos en el establecimiento de Sant Just Desvern están tutelados por la Direcció General d'Assistència a la Infància (DGAIA) de la Generalitat.Proceden todos del África subsahariana y la senegalesa es la nacionalidad más extendida entre ellos. Llegaron a Cataluña solos. Viven en el hotel desde mediados de septiembre del año pasado. Preferirían residir en un piso o en un centro que les permitiera llevar una vida más normal que la que tienen el hotel, pero se consuelan pensando que no se ven obligados a dormir en la calle o en comisarías de los Mossos d’Esquadra.
Hace un año, las comisarías de los Mossos d’Esquadra generaron controversia por alojar a jóvenes inmigrantes para evitarles la experiencia de dormir en la calle. Pernoctaban en pasillos, sillas y otros elementos de dependencias policiales. La crisis enfrentó a los Mossos d’Esquadra con el departamento de Asuntos Sociales de la Generalitat.
La situación del hotel City Park no es única. Otros espacios no especializados en menores acogen a adolescentes en Cataluña como consecuencia de una crisis derivada de la ineficiencia de la Generalitat para asumir el flujo migratorio. Hoteles y equipamientos municipales funcionan como hogares provisionales para adolescentes extranjeros sin acompañamiento.
En el barrio del Besòs, en Barcelona, centenares de vecinos se manifestaron hace unas semanas para rechazar la llegada de un albergue permanente para menores inmigrantes no acompañados. Badalona y la Zona Franca también se han opuesto a acoger un centro de nueva construcción en el que podrían vivir los inquilinos del hotel de Sant Just Desvern.
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