Sale más rentable ser un consejero de la Generalitat de Cataluña que ejercer como ministro del Gobierno de España. Los consejeros del gobierno catalán cobran 39.500 euros más que los miembros del Consejo de Ministros.
Cualquier ciudadano puede consultar los sueldos de los mandatarios -en el Portal de la Transparencia del Estado así como en su equivalente catalán- para comprobar que los consejeros de la Generalitat de Catalunya ganan más dinero que los ministros del Gobierno de España.
Los ministros de Pedro Sánchez perciben 73.200 euros anuales, lejos de los 112.700 que perciben los consellers de Quim Torra.
Cataluña es la comunidad autónoma con una mayor presión fiscal según el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal, correspondiente a 2018. La comunidad se sitúa como una de las menos competitivas y en las que se da un mayor exceso de gasto.
Más de 40 cargos a 87.000 euros por año
Los sueldos de estos altos cargos del gobierno catalán oscilan entre los 112.700 euros anuales de los consejeros y los 87.000 euros por año que reciben en torno a 40 cargos de diferentes departamentos de la Generalitat.
El alto cargo que, sin ser un consejero, más ingresos tiene es la responsable de la oficina del ex presidente: 102.000 euros anuales. Otros cargos eventuales del gobierno catalán perciben entre 67.000 y 83.000 euros anuales.
Torra, el mejor pagado
En la cúpula de los salarios del Ejecutivo catalán se sitúa el presidente, Quim Torra, que percibe 149.500 euros anuales. El salario del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es de 83.000 euros anuales tras una subida pactada del 2,25%.
Pere Aragonès, vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda, percibe un salario anual idéntico al del resto de integrantes del Govern: 112.000 euros al año. Por su parte, el sueldo de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se sitúa en 78.000 euros anuales.
El sueldo de Torra (149.500 euros anuales) supera con creces el de la mayoría de presidentes autonómicos y el del propio jefe del Gobierno de España, que es de 83.000 euros al año.
El último puesto que ostenta Cataluña en el ranking del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal obedece a que la comunidad no ha emprendido ninguna reforma fiscal y a que soporta más del doble de impuestos autonómicos que el resto de comunidades.
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