Los gobiernos autonómicos presididos por el PP han suscrito este mismo lunes un acuerdo político que derivará en 2025 en una prueba de acceso a la Universidad (EBAU) común para estos territorios y que, por ejemplo, ya incluye unos límites claros a las faltas de ortografía: hasta dos puntos menos como máximo.
El documento elaborado por el PP, que acompaña a otro más político que ha sido el suscrito por los presidentes y consejeros en Salamanca, tiene como principales claves las siguientes.
1. Esqueleto común de la EBAU
Los firmantes se han comprometido a que las pruebas tengan los mismos contenidos evaluables, mismos criterios de corrección, mismos criterios de puntuación por faltas de ortografía, mismo calendario para la realización de las pruebas y para publicar las notas, mismo número de opciones entre las que elegir tanto para cada examen como para las preguntas concretas de cada prueba y mismo tipo de ejercicios y de preguntas en todas las asignaturas.
Lo que sí se descarta es concretar las mismas preguntas para todas las autonomías que se suman a este acuerdo, inviable de momento.
2. Faltas de ortografía
El documento distingue entre la asignatura de Lengua Castellana y Literatura y el resto. En el caso de la primera, los evaluadores valorarán mayormente la capacidad de redacción, centrándose sobre todo en la exposición ordenada de las ideas, el correcto engarce sintáctico, la riqueza léxica o la matización expresiva. Mientras tanto, la ortografía será evaluada en su totalidad (letras, tildes y signos de puntuación) con una reducción de dos puntos.
La primera incorreción ortográfica no se penalizará y cuando se repita la misma falta se contará como una sola. A partir de la segunda, por cada falta se deducirá 0,25 puntos, mientras que por errores de redacción, sintaxis, vocabulario y presentación podrán bajar en la nota hasta un punto.
Para el resto de asignaturas, la condena máxima por faltas ortográficas será de un punto. Empezarán a restar 0,10 puntos hasta la tercera falta, mientras que errores de sintaxis, vocabulario y presentación únicamente restarán un máximo de 0,5 puntos.
3. Respeto al marco de la LOMLOE
El PP ha enfatizado en que se somete al marco de la LOMLOE, por lo que articula los exámenes con competencias específicas, criterios de evaluación y saberes básicos, pero desgrana una "matriz de especificaciones", que definen como "la herramienta" para reorganizar el currículo y poder concretar el contenido de la prueba.
Es un "puente entre lo que se enseña y lo que se evalúa, asegurando que los exámenes reflejen adecuadamente los contenidos y habilidades que los estudiantes deben haber aprendido".
4. Cuatro preguntas para fijar bloques
El documento del PP plantea que la evaluación común de contenidos responda a estas cuatro preguntas, que deben tener una respuesta común en cada autonomía para cumplir con su objetivo.
Las cuatro preguntas en cuestión son: ¿Cuántas partes tiene la prueba? ¿Qué se evalúa en cada parte de la prueba? ¿Qué tipo de actividades hay en cada parte? y ¿Qué valor tiene cada parte?
5. Descripción del examen
El modelo presentado por el PP habla de una misma estructura y descripción del examen por cada asignatura, lo que incluye el tipo de preguntas que pueden aparecer, los temas específicos que deben estudiar, y cómo se distribuirán las calificaciones.
El documento plantea este aspecto como "esencial para mantener la consistencia y la equidad en la evaluación de todos los estudiantes, independientemente de su región o centro educativo".
6. EBAU común vs EBAU única
Reconoce el PP que para lograr una "EBAU única" habría que reformar la LOMLOE y mientras que los contenidos no sean idénticos entre las autonomías no puede ponerse "un examen con las mismas preguntas, en el sentido literal de la palabra".
Por eso el PP ha optado por "poner el mismo tipo de examen". "El mismo en cuanto a formato, a conocimiento y a la corrección".
7. ¿Por qué el PP renuncia a poner las mismas preguntas?
Asume también el PP que el examen de esta EBAU común "no va a ser idéntico", del mismo modo que actualmente un profesor del mismo instituto puede poner unas preguntas a una clase y "reformularlas" para otra, aun siendo "el mismo tipo de examen".
El PP entiende que pese a no enfrentarse a las mismas preguntas, los alumnos sí tendrán que "saber los mismos contenidos".
8. ¿Bachillerato común también?
Aquí el problema al que se enfrenta el PP es que las competencias de las CCAA en materia de contenidos curriculares son compartidas al 50% con el Ministerio de Educación para las bilingües y 60-40% para las no bilingües, por lo que lo que determina el acuerdo es que la denominada "matriz de especificaciones" asegurará el cumplimiento de unos objetivos curriculares comunes, con los "ajustes necesarios" por parte de los gobiernos autonómicos -aún sin especificar-.
9. Afecta a las 15 asignaturas obligatorias
Este sistema común de EBAU no afecta a todas las asignaturas, sino que lo hace con las 15 de la fase obligatoria de las pruebas, por "motivos prácticos y pedagógicos", argumenta el PP.
En concreto, entienden los firmantes que al limitar este ámbito "se asegura una base común de conocimientos que todos los estudiantes deben demostrar", lo que esperan que ofrezca una "evaluación más uniforme y equitativa".
10. Petición de los rectores (CRUE)
El modelo del PP ha sido presentado a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y ha incluido una petición expresa de esta entidad: que los alumnos pudieran matricularse el mismo día, lo que entienden que se cumplirá al publicar las notas en el mismo día y evitar así que algunos alumnos perdieran opciones de matriculación por no tener a tiempo sus calificaciones.