El discurso de Navidad de Don Felipe, que por segunda vez desde que es Rey, no se ha grabado en el Palacio de la Zarzuela, tiene un total de 1.806 palabras, distribuidas en siete páginas, cuya duración en televisión ha sido de 15 minutos y nueve segundos.
En esta ocasión, el monarca, ha elegido el Salón de Columnas del Palacio Real para la grabación que se hizo el pasado viernes. Se trata de un espacio referente de diversos acontecimientos históricos y en este Reinado con presencia de la ciudadanía en distintas ocasiones.
La última actividad que se realizó en este imponente salón fue, el pasado mes de junio, la imposición de condecoraciones con la Orden del Mérito Civil con motivo del X Aniversario de su Proclamación.
Excepto en 2015, que se grabó en el Salón del Trono del mismo Palacio Real, el tradicional discurso navideño del jefe del Estado siempre se había grabado en el Palacio de la Zarzuela, con una escenografía muy similar.
La nueva etapa que le quiere dar a la Corona, en un año de muchos cambios, con la incorporación de Camilo Villarino como nuevo jefe de la Casa del Rey, se ha visto reflejada, pues, en la puesta en escena. El Rey ha salido de los despachos para hablar desde una sala diáfana y con las puertas abiertas -un lenguaje no verbal pocas veces utilizado antes en la Corona-. Demostrando, de esta forma, su voluntad de una nueva etapa aperturista en la institución.
Vestido con traje azul marino, camisa blanca y corbata azul claro, con motivos de pequeños cuadrados en distintos tonos azules, el monarca ha finalizado su alocución con un mensaje en las distintas lenguas cooficiales que se hablan en nuestro país.
Si bien el mensaje ha empezado con imágenes nocturnas de Palacio Real, en el exterior desde la fachada de Plaza de Oriente y en el interior, por la escalera principal hasta el Salón de Columnas, el discurso ha finalizado con una imagen de la Familia Real en el año 2024, con motivo del XX Aniversario de la boda de Sus Majestades los Reyes.
Los símbolos
En un discurso como el de esta noche, no solo las palabras son importantes. También se transmite mucho con el lugar elegido, en este caso como se ha mencionado el Palacio Real, y con la decoración que se dispone alrededor del Rey.
Este año, a la derecha, tenía las banderas de España y de la Unión Europea y, sobre una mesa de maderas nobles de la época de Carlos III, colección de Patrimonio Nacional, una fotografía enmarcada con un momento del esfuerzo conjunto de afectados, voluntarios y miembros de las Fuerzas Armadas, tras la DANA, y un facsímil de la Constitución española.
En el lado izquierdo de Don Felipe, se han colocado los símbolos navideños. En esta ocasión se ha optado por un misterio con el nacimiento del Niño Jesús, la Virgen María y San José, de la colección privada de los Reyes, y un árbol de Navidad.
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