El próximo 28 de mayo los españoles tenemos la oportunidad de empezar a recuperar nuestro futuroen las elecciones municipales y -en la mayoría de lascomunidades-también autonómicas. El Estado autonómico que se ha ido consolidando en nuestro país desde la Transición ha situado a nuestros municipios y comunidades autónomas en el corazón del Estado de Bienestar, otorgándoles un papel preeminente en el desarrollo de las políticas públicas que más afectan a nuestra vida cotidiana. De ahí que resulte cuando menos sorprendente que todavía haya muchos ciudadanos que conciben las elecciones locales como secundarias o de importancia menor.
Si ya de por sí las elecciones municipales y autonómicas son importantes por la magnitud de las administraciones cuyo futuro determinan, las elecciones del 28 de mayo son más trascendentales si cabe por la capacidad que tienen los gobiernos locales y regionales para contrapesar los desmanes del Gobierno de la Nación, empeñado en un intervencionismo galopante que lastra nuestro progreso económico y cercena nuestras libertades individuales.
Así pues, conscientes de la importancia de estos comicios, desde Ciudadanos llevamos meses trabajando en la elaboración de un programa marco básicamente orientado a favorecer la libertad de los ciudadanos españoles, vivan donde vivan, y a eliminar trabas burocráticas que constriñen las energías creadoras de nuestra sociedad. Se trata -por decirlo en palabras de Hayek- de crear las condiciones favorables al progreso y no de “planificar el progreso”, como pretende el Gobierno con ocurrencias antiempresariales e iliberales como la creación de un observatorio para “vigilar” los beneficios empresariales.
Las clases medias españolas, sobre cuyas espaldas descansa la viabilidad de nuestro Estado de Bienestar, se están llevando la peor parte de la situación inflacionaria derivada, en buena medida, de la invasión rusa de Ucrania. Lejos de adoptar medidas que las protejan, el Gobierno ha respondido redoblando la presión fiscal sobre las familias españolas, reduciendo sobremanera su poder adquisitivo y sacrificando su futuro en el altar del intervencionismo estatista.
Las clases medias españolas, sobre cuyas espaldas descansa la viabilidad de nuestro Estado de Bienestar, se están llevando la peor parte de la situación inflacionaria derivada
Para paliar la depauperación de las clases medias, Ciudadanos lleva meses impulsando en todos los Parlamentos autonómicos la deflactación del tramo autonómico del IRPF, una medida fácil de adoptar parala administración yque permitiría alciudadano medio recuperar parte del poder adquisitivo perdido. Un 30% de las familias de clase media españolas gastan más de lo que ingresan, lo cual no solo conlleva para ellas un bucle de endeudamiento e inseguridad que cuartea su potencial profesional y humano, sino que supone, además, un freno a los jóvenes que aspiran a formar una familia y a la legítima búsqueda de la felicidad en una sociedad abierta y democrática.
El programa marco que hoy presentamos tiene como clave de bóveda políticas de ayuda a las familias, con la vista puesta en la conciliación y la igualdad de oportunidades. Así, apostamos, entre otras medidas, por una semana laboral flexible de 40 horas en la que cada trabajador disponga como quiera de sus horas de jornada; por la bonificación de las cotizaciones de los trabajadores con hijos y por la deducción de 10 puntos en el IRPF para las familias con dos hijos.
Asimismo, defendemos la gratuidad universal de la educación inicial de 0 a 3 años en toda clase de centro, ya sea público, privado o concertado, garantizando la libertad constitucional de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos de acuerdo con sus propias convicciones morales o religiosas, como corresponde a un Estado liberal basado en la laicidad positiva de las administraciones públicas.
Desde Ciudadanos defendemos la libertad y la responsabilidad de los ciudadanos ante las pulsiones intervencionistas que propugnan otros partidos y que suponen en la práctica la negación de la libertad individual. Los ayuntamientos y las comunidades autónomas, como administraciones más próximas al ciudadano, deben actuar como catalizadores de las energías sociales y no, como por desgracia ocurre a menudo, como escollos para el desarrollo de una sociedad de ciudadanos libres e iguales. Las administraciones tienen un deber de imparcialidad y equidad -en términos de Rawls- para garantizar el derecho de todos lo ciudadanos a iguales libertades básicas y auna justa igualdad deoportunidades, y eso esexactamente lo quepropone Ciudadanos con vistas a estas elecciones municipales y autonómicas.
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