El estallido de la guerra de Ucrania ha elevado, si cabe, la importancia geoestratégica del Mediterráneo. Las Fuerzas Armadas son conscientes de ello y, por eso, desplegarán en las próximas jornadas a 2.000 militares para blindar su seguridad. La misión incluye medios terrestres, navales y aéreos, incluyendo cazas de combate, una fragata y una unidad de defensa antiaérea.
La actividad se desarrolla bajo el nombre de Eagle Eye, una exhibición de músculo recurrente de España y que en esta edición, la segunda que se celebra en lo que va de 2023, contará con la participación de 2.000 efectivos, según las cifras que maneja el Estado Mayor de la Defensa (EMAD). El grueso del despliegue tendrá lugar en el litoral de Castellón.
El Ejército del Aire y del Espacio desplegará en la Base Aérea de Zaragoza 6 Eurofighters (EF-2000) del Ala 11 (procedentes de la Base Aérea de Morón, Sevilla). También activará el Grupo Norte de Mando y Control de la Jefatura de Sistema de Vigilancia y Control Aéreo (JSVICA), junto al Centro de Operaciones Aéreas (AOC), dos órganos fundamentales para la seguridad del espacio aéreo español.
“Los Eurofighter y los aviadores del Ala 11 dedicarán su esfuerzo a mantener los cazas en alerta permanente para llevar a cabo misiones de policía y de defensa aérea frente a aeronaves no identificadas que intenten penetrar en nuestro espacio aéreo”, detallan desde el EMAD. Unos medios que tendrán que redoblar sus esfuerzos, ya que al mismo tiempo se integrarán además en el ejercicio Sirio 23, el más importante del Ejército del Aire.
El Ejército de Tierra, por su parte, participa con una Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA), un sistema de armas clave para derribar cualquier amenaza aérea que llegue a territorio nacional. El Grupo de Artillería Antiaérea que la lidera (GAAA II/71) cuenta con experiencia en escenarios como Turquía o Letonia, además de haber participado en varios despliegues dentro de España.
La Armada, por último, dispondrá la fragata F-104 Méndez Núñez, con una dotación máxima que supera los 200 efectivos: “Contribuirá a las operaciones de vigilancia y defensa del espacio aéreo nacional gracias a su sistema de combate AEGIS y al radar multifunción SPY-1D(V), además de otros sensores y armas”, incide el EMAD. El buque dispone de un sistema de gestión de información y armas, que le permiten operar en ambientes de triple amenaza. De este modo, puede responder a las amenazas que provengan desde el aire, desde otros buques o desde submarinos.
La relevancia del Mediterráneo
La cúpula militar considera que la activación del Eagle Eye es de “gran relevancia” para el trabajo del Núcleo de Fuerza Conjunta –las unidades asignadas para ejercer la presencia, vigilancia y disuasión en el marco establecido para la misión permanente de defender a España- en nuestro territorio: “En esta ocasión se trata de una activación de presencia, vigilancia y disuasión de nuestro espacio aéreo nacional”.
Durante esta activación se ha previsto una serie de vuelos con medios externos a las Fuerzas Armadas, que obliguen a ejecutar misiones aéreas defensivas, con el objetivo de proporcionar un adiestramiento adicional y la posibilidad de evaluar la integración de los medios terrestres, navales y aéreos en el sistema de mando y control y en el Sistema de Defensa Aérea (SDA) español, en situaciones “altamente complejas”.
El Mediterráneo constituye uno de los principales ejes geoestratégicos en el mundo de los últimos siglos, al ser punto de encuentro de civilizaciones y continentes. En fechas más recientes se ha convertido en uno de los escenarios más habituales en las rutas migratorias, y desde la invasión de Rusia a Ucrania concentra una densa actividad militar, al compaginar la navegación de buques rusos y de los aliados occidentales de Kiev.
En las últimas fechas, los buques militares españoles han participado en varias interceptaciones de los barcos de guerra rusos a su paso por aguas próximas a nuestro país. Del mismo modo, España participa en las fuerzas navales permanentes de la OTAN en la región, una fuerza multinacional que cumple funciones de “disuasión” ante cualquier amenaza, incluidas las terroristas.
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