España

Los 4 años del Ministerio de Consumo caben en 14 tuits de Alberto Garzón

El ministro con la agenda menos ocupada deja la primera línea política. Facua le acusa de haber dejado sin respuesta sus denuncias contra más de 600 empresas

  • Alberto Garzón, en su etapa como ministro de Consumo -

Alberto Garzón deja la primear línea política y asegura que ahora podrá pasar más tiempo con su familia, que estos años ha sufrido sus "ausencias continuadas". Unas ausencias trasladables también al Consejo de Ministros, donde apenas ha llevado propuestas en estos cuatro años como ministro de Consumo. Cuatro años que caben en los 14 tuits con los que el líder de Izquierda Unida se despedía de la cartera ministerial. Quizá la mejor metáfora de lo poco que ha tenido que hacer Garzón al frente de un Ministerio con muy pocas competencias.

En realidad, serían 12 tuits, porque uno es de presentación y el último versa sobre las cosas que quedan por hacer en el Ministerio de Consumo (no ha habido tiempo en cuatro años). El listado de greatest hits de Garzón comienza con una de las iniciativas de la que se siente más "orgulloso": "Proteger a jóvenes y colectivos vulnerables frente a los riesgos del juego azar. Hemos impulsado un cambio de paradigma pionero en Europa al promover entornos más seguros de juego online y, además de regular la publicidad de apuestas, hemos creado campañas de concienciación".

Campañas y prohibiciones

En este paquete de medidas e incluyó la prohibición de que los operadores de juego hiciesen publicidad audiovisual fuera del horario de madrugada y que los clubes deportivos exhibieran publicidad de estas compañías de apuestas en sus equipaciones.

El exdirigente de IU también se muestra muy satisfecho con su campaña contra los "juguetes sexistas". "Los más pequeños también han sido centrales para nuestras políticas: hemos promovido un acuerdo con la industria juguetera española para acabar con estereotipos sexistas en la publicidad de juguetes", subraya.

Como se aprecia en las palabras del propio ministro, buena parte del trabajo de Consumo se ha centrado en hacer campañas publicitarias. Garzón destaca que "el cuidado del medio ambiente ha sido otro de los ejes fundamentales de la legislatura. Para impulsar un consumo más sostenible, hemos fomentado la compra de temporada y proximidad con la eliminación de cargas burocráticas a la venta directa en pequeñas granjas y en el comercio minorista".

Sobre el consumo sostenible, se ha "ampliado el plazo de garantía de 2 a 3 años , extendido del plazo de manifestación de la falta de conformidad y asegurado que haya piezas de repuesto durante 10 años para fomentar la reparación (el plazo más amplio de toda la UE)". Esta última medida recibió críticas por parte del sector tecnológico, que alega que solo un 1% de los equipos se reparan pasados los tres años.

"Esto nos obliga a fabricar más componentes, a destinar más espacio para su almacenamiento y aumentar los medios de transporte, dado que la carga se incrementa. Todo esto supone un mayor gasto. En algunos casos hablamos de stock que se degrada con el tiempo, como por ejemplo las baterías de móviles u ordenadores. Muchas de e estas piezas no se utilizarán, y habrá que eliminarlas, lo que no parece que vaya en consonancia con las políticas de sostenibilidad medioambiental", explicaba un portavoz de un fabricante de tecnología a este periódico.

Otro de los puntos que destaca Garzón es la creación de la Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador "para prevenir y sancionar posibles fraudes masivos"; la creación por ley de la figura de la persona consumidora vulnerable; la obligación de indicar en las reseñas si se trata de una opinión publicitaria pagada; la creación de un sistema de cámaras de videovigilancia en mataderos; y la regulación de precios máximos de mascarillas y servicios funerarios en pandemia.

El Ministerio de Consumo ha evitado pronunciarse sobre la inflación de los productos básicos o sobre el precio récord de las energías. En cambio, sí se puede destacar como una de sus políticas más positivas la prohibición de los teléfonos exclusivos 902, "asegurando que la atención al cliente para servicios básicos sea siempre gratuita".

Críticas de Facua

Que Alberto Garzón podría haber hecho más en cuatro años lo opina alguien tan poco sospechoso como Rubén Sánchez, secretario general de la asociación de consumidores FACUA. Sánchez ha sido uno de los más críticos con Garzón por su dejadez en temas clave para los consumidores. "Mientras nos dicen que somos el país con más competencia en los supermercados, las principales cadenas suben a la vez el precio de sus marcas blancas de aceite de oliva. El virgen extra, en todas a 9,25€/l. ¿Por qué no hace nada, ministro

Alberto Garzón?", señalaba recientemente en su cuenta de Twitter.

Desde FACUA consideran que Consumo no ha hecho nada con las subidas de precios orquestadas por las grandes cadenas de supermercados. "Carrefour vende en Francia su marca blanca de virgen extra hasta 2 euros/litro más barata que en España, según un análisis de FACUA. En el Ministerio de Consumo siguen sin contestar a nuestras denuncias por las subidas ilegales de márgenes", denunciaba el líder de la asociación en su cuenta de Twitter.

En su despedida del ministro, se podría decir que Sánchez da un aprobado raspado al de IU: "Se ha desentendido de otras reivindicaciones y ha dejado sin respuesta nuestras denuncias contra más de 600 empresas. No ha sido el ministro combativo contra los fraudes masivos que esperaba. Pero sería injusto afirmar que su ministerio, con sus limitadísimos recursos, ha sido inoperante".

El año en blanco

El Ministerio de Consumo, otrora una dirección general del Ministerio de Sanidad, carece prácticamente de competencias. Esto explica que la agenda de Garzón haya estado mayormente vacía. Es más, en 2022 estuvo 7 meses sin llevar una sola propuesta al Consejo de Ministros. Su cartera ministerial fue creada a conveniencia de Pedro Sánchez, que necesitaba los apoyos de Unidas Podemos para gobernar.

Que tuviera más tiempo libre (objetivamente) que otros ministros no fue óbice para que hiciera pellas en acontecimientos importantes, como el segundo día de la sesión de investidura de Feijóo. Fue el único ministro que no acudió pese a llevar 14 días con la agenda vacía.

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