El final del narcobuque Nehir cada vez está más cerca. Casi dos años ha estado esta embarcación semihundida en el Puerto de Gijón. Una resolución judicial ha obligado al Ministerio de Justicia a adjudicar por 776.069,8 euros el remolque de esta infraestructura, ya que puede ocasionar un problema medioambiental porque en su interior habría 1,8 toneladas de cocaína. Detrás de este barco estaba uno de los narcotraficantes más conocidos por las autoridades que fue detenido en Barcelona tras meses de investigación por parte de la Guardia Civil.
Los trabajos han sido adjudicados a la empresa Gijonesa de Actividades Subacuáticas S.L. por parte de la administración. Todo ello gracias al empuje de la justicia. En un auto fechado el pasado 2 de diciembre del 2022, el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional ordenó la destrucción y el tratamiento como residuo de este narcobuque, debiendo adoptar las medidas necesarias para esa ejecución. Eso sí. Con toda la seguridad.
Un riesgo medioambiental "muy alto"
Y es que la situación actual del Nehir es de riesgo medioambiental muy alto al presentar un riesgo de vertido incontrolado de combustible por encontrarse semihundido en un muelle de explotación del Puerto de Gijón, máxime considerando el grado de deterioro del buque. Este contrato tiene un plazo de ejecución de 35 días y se formalizó el pasado 3 de enero. La situación del mismo es de extrema urgencia.
La historia del Nehir se remonta al 22 de febrero de 2021. El narcobuque fue detectado en las cosas gallegas. Ese fue el comienzo de un macrodispositivo organizado por el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Galicia, el Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) y el Servicio de Vigilancia Aduanera. Todos remando en la misma dirección.
60 millones de euros en cocaína
Los propios tripulantes fueron los que hundieron el barco con más de 1.800 kilos de cocaína en sus infraestructuras. Este montante está valorado en más de 60 millones de euros. También supondría un grave peligro para la fauna marítima en caso de romperse algunos de los fardos. El buque fue apresado a unas 120 millas al norte de Cabo Peñas en la Operación 'Bocanegra'. Posteriormente, fue trasladado al puerto de El Musel donde lleva desde el 7 de marzo de 2021.
La Guardia Civil ya alertó durante un largo tiempo que la situación de esta embarcación era "crítica". Los agentes realizaron varios informes, antes de su hundimiento, en el que advertían que solo era "cuestión de tiempo" que los cable cedieran y el fondo del banco se fuera al mar de forma "irremediable". Durante todo este tiempo, varias patrullas han estado vigilando el buque para que no sufriera más desperfectos. También para evitar que pudiera ser requisado por otros grupos de narcos.
Fikri, la sombra detrás del buque
Las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad permitieron llegar hasta el gran capo que se encontraba detrás de este envío de cocaína. Su nombre era conocido por las autoridades: Fikri Amellah Agharbi. Un marroquí que especialista en introducir cocaína y hachís por Andalucía. Su afán de obtener beneficios le hizo ramificar su organización y buscar tratos con los narcotraficantes del norte. Hasta su caída era uno de los delincuentes más buscados en nuestro territorio y en Europa.
El poder de esta mafia se puede comprobar solo con su red de clientes. Suministraba drogas a importantes delincuentes como el 'Messi del hachís' o al famoso clan de 'Los Castaña'. La Guardia Civil detuvo hace pocos meses a su lugarteniente, que seguía sus pasos, gracias a la ingente cantidad de dispositivos que fueron incautados cuando fue arrestado Fikri Amellah en Barcelona.
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