Puertas abiertas en los museos de la capital y actividades culturales rodearán este año el tradicional desfile militar del 12 de octubre, durante el que se pedirá al público el "debido respeto" en los momentos más solemnes para evitar los abucheos que han empañado la Fiesta Nacional en otras ediciones.
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y la ministra de Defensa, Carme Chacón, han presentado hoy en La Moncloa los numerosos actos culturales organizados por los diferentes Ministerios y el Ayuntamiento de Madrid para que el 12 de octubre tenga un carácter "festivo y cívico" y no quede circunscrito a la parada militar.
El desfile, presidido por los Reyes desde una tribuna en la Plaza de Neptuno, tendrá un recorrido más céntrico -Paseo del Prado y Paseo de Recoletos- y será más largo -1.800 metros- con el objetivo de que un mayor número de ciudadanos puedan asistir al mismo.
Chacón ha querido dejar claro que el nuevo emplazamiento no tiene como objetivo aplacar los abucheos de los que ha sido objeto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en anteriores desfiles, sino hacerlo más accesible y cómodo para que haya más público.
Sí ha señalado que en los momentos solemnes, como el himno nacional o el izado de la bandera, se pedirá respeto a los asistentes a través de las numerosas pantallas que van a colocarse a lo largo del recorrido.
La idea de dar un giro a la celebración de la Fiesta Nacional surgió el año pasado, tras escucharse silbidos y abucheos de una reducida parte del público durante la ceremonia de homenaje a los caídos.
El Gobierno propuso entonces diseñar un protocolo para este tipo de actos, pero la iniciativa no llegó a materializarse.
El ministro de la Presidencia ha defendido la transformación de la Fiesta Nacional para convertirla en un día de participación ciudadana y no sólo militar, en la línea de las celebraciones que organizan países como Alemania, Holanda o Estados Unidos.
Jáuregui ha sido el encargado de coordinar los actos con el respaldo de los grupos parlamentarios y ha destacado el programa de eventos paralelos al desfile, desde la apertura al público de forma gratuita de museos, palacios y jardines de la capital, hasta los conciertos de la Banda sinfónica municipal en el Parque del Retiro.
Fuera de la capital habrá actividades abiertas al público en un reducido grupo de centros, como el Museo de Altamira en Santillana del Mar, el Museo de Arte Decorativo de Mérida o el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, pero el objetivo del Gobierno es que en próximas ediciones todas las administraciones se sumen a la celebración.
Numerosas instituciones de la capital abrirán sus puertas a los ciudadanos, pero no lo harán el Congreso y el Senado.
Según ha apuntado Jáuregui, se consultó a sus presidentes, José Bono y Javier Rojo, y ambos coincidieron en que su jornada de puertas abiertas debe continuar siendo la de la fiesta de la Constitución.
Chacón ha ofrecido detalles de la parada militar que, como en los últimos años, ha dicho, será "austera", aunque sin deslucir la fiesta.
No ha dado cifras sobre el gasto que supone el desfile, aunque ha garantizado que el coste se reduce en un 20 por ciento respecto al de 2008.
Participarán 3.000 militares, 147 vehículos y 55 aeronaves.
La llegada de los reyes, los honores militares, el izado y el homenaje a la bandera precederán al desfile, en el que participarán una agrupación mecanizada, una agrupación mecanizada-acorazada, dos agrupaciones a pie, un conjunto de unidades a pie con paso específico y, finalmente, un conjunto de unidades a caballo
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