Los pagarés, el nuevo color que ha tomado la guerra del pasivo desde mediados de septiembre, para evitar la multa fijada por el Fondo de Grantía de Depóstivos (FGD) para aquellas remuneraciones que exceden del entorno del 3,1% en depósitos con vigencia desde 3 meses a más de un año, no está teniendo la acogida entre los clientes prevista por las entidades. Entre ellas, Banesto que ha decidido mejorar las condiciones de sus pagarés para animar su colocación entre sus clientes.
La entidad ha reducido tanto las cuantías como los plazos de amortización de estos pagarés. Así se ha pasado de 50.000 a 25.000 euros la suscripción mínima y de un plazo mínimo de 12 meses a tan solo 6 meses. En su oferta inicial, los pagarés a 12 meses ofrecían una rentabilidad del 3,60% TAE, mientras que las inversiones a 18 meses llegaban hasta el 3,7% TAE.
En la entidad que preside Antonio Basagoiti llevan más de una semana de estudio sobre las razones por las que no ha calado este producto en su red. Uno de los motivos que se maneja es la fuerte competencia. De hecho, Bankia y BBVA también ofertan pagarés para inversiones a partir de 6.000 euros.
Incluso, el Santander comercializa este tipo de producto con una inversión mínima de 5.000 euros, tras variar su oferta inicial. A mediados de septiembre, el banco presidido por Emilio Botín comerciali zaba una emisión de pagarés que podían alcanzar un 3,55% TAE a partir de 30.000 euros y 3,75% con una inversión de 100.000. Pero ahora fuentes de la entidad confirman que solo es necesario aportar 5.000 euros para alcanzar el 3,55% y 30.000 euros para obtener el 3,75% TAE.
"A los clientes les pasa lo que a las entidades. Cada vez tienen menos liquidez porque aún no han podido recuperar sus inversiones en otros productos que surgieron a raíz de la guerra del pasivo", explican desde el servicio de estudios de una entidad. En el caso de Banesto, la oferta de pagarés, autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) desde el pasado marzo, estaba pensada para inversores institucionales o clientes de banca privada. Ahora, sin embargo, se ha visto obligado a convertir en más accesible su contratación, adaptando sus pagarés a cifras más domésticas.
"No estamos poniendo todo el foco en este producto", aseguraba José García Cantera, el pasado martes, un día después de que se hubieran modificado las condiciones de contratación, durante la presentación de los resultados del tercer trimestre. Incluso, el propio Consejero Delegado de la entidad se mostraba sastisfecho de cómo estaba evolucionando la venta de esta última remesa. "Hemos conseguido 200 millones de euros", aseveró Cantera.
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