En este contexto, en el que el coste de financiación minorista que ofrecen los bancos será cada vez más exigente y racionalizado, se pone de manifiesto que el sector bancario y el inmobiliario son ahora más que nunca "hermanos de sangre", añadió. Asimismo, indicó que el crédito puede caer entre 60.000 y 70.000 millones este año, una cifra "dramática" para España y para el sector de la construcción, al tiempo que destacó el "stock" existente, que se prevé que crezca ligeramente en 2011 a pesar del ajuste acumulado del precio del 24%.
Por su parte, el economista jefe para Economías Desarrolladas del Servicio de Estudios del BBVA, Rafael Domenech, reconoció que a pesar de que el ajuste de la construcción continúa, el sector seguirá siendo relevante para la economía española. En este sentido, señaló que la demanda potencial podría alcanzar las 300.000 viviendas los próximos años, lejos de las 600.000 del "boom" inmobiliario y percibirse signos de recuperación en la segunda mitad del 2012.
El vicepresidente primero de APCE, Enric Reyna, también coincidió en resaltar la importancia del sector de la construcción y del inmobiliario en la economía española, a pesar de que algunos políticos no quieran creerlo, apostilló.
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