La declaración de Mariano Rajoy subrayando que no se han pagado “ningún tipo de concesión política” por el fin de ETA ha llevado a los medios más escorados a la derecha a presionarle para que endurezca su futura política anti-terrorista.
El Mundo dedica su editorial no sólo a ETA sino a también a Rajoy al que acusa de traicionar al Partido Popular, asegurando que “sorprende su reacción (…) porque deslegitima todo el discurso previo del PP, que denunció, con razón, que la legalización de Bildu y la conferencia-festival de San Sebastián eran cesiones a la banda”. El diario de Pedro J. Ramírez intenta radicalizar a Rajoy no sólo en su editorial sino también en sus páginas interiores, en las que aseguraba que hablaba de “final de ETA” entre interrogaciones y en las que acusa al gobierno de seguir un guión marcado por la banda.
La posición editorial del diario fue contestada ayer en las redes sociales. En Twitter, los lectores acusaban a El Mundo de doble moral mostrando la diferente respuesta que había dado a la tregua del 98, cuando gobernaba Aznar. En aquel momento, el diario calificó de “valiente paso de Aznar hacia la paz” el inicio de las conversaciones con los terroristas.
ABC también reprochaba su tibieza al líder del PP su “cautela” puesto que ETA –decía el diario de Vocento—“ni se disuelve ni entrega las armas”. De nuevo, se repitió el episodio de la contestación popular. En Twitter se enfrentaba esa opinión con la literalidad de lo publicado por el diario en 1998, cuando decía “procuraremos no perjudicar el proceso mediante un muy prudente y sereno ejercicio de nuestro derecho a informar y opinar. Nunca pondríamos en riesgo la posibilidad cierta de un País Vasco libre y en paz a cambio de la satisfacción efímera de una portada de tan seguro como fácil impacto”.
La línea más dura la adoptó lo más duro del kiosco, el diario La Razón, que publicaba una carta de Carlos Iturgáiz en la que el eurodiputado popular empujaba a la derecha a su líder asegurando que “ZP y el PSOE necesitaban de ETA, como los asesinos necesitaban del peor presidente de la historia de España y de su partido político (…) Zapatero, Rubalcaba y compañía se lo han permitido y eso, simplemente, se llama traición a España y a los españoles”.
La emoción de la Izquierda
En el otro lado ideológico, El País aseguraba que "la democracia ha terminado por triunfar" y a los argumentos del diario, la Cadena SER sumaba las lágrimas. Carles Francino, el director de Hoy por Hoy, rompía a llorar en directo y se decía contagiado por una señora. Francino interrumpía su retransmisión con la voz quebrada cuando confesó que “estaba llorando como una Pepa”.
Mientras en PRISA se transmitía la emoción, en lo que fue su televisión se obviaba la noticia. Cuatro no informó del fin de ETA. Desde las 7 de la tarde en que Gara publicó el comunicado, no sólo no emitió informativos ni avances sino que ocupó la franja del noticiero de la noche con un partido de fútbol, mientras Telecinco y Televisión Española hacían conexiones especiales con las comparecencias del Presidente del gobierno y de los candidatos Rajoy y Rubalcaba.
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