Josef Ackermann, presidente del Deutsche Bank, reconoció que el "ambiente operativo" en el tercer trimestre de este año ha sido el "más difícil" desde finales de 2008, debido al deterioro de las perspectivas macroeconómicas y a las "significativas turbulencias de los mercados financieros".
"Inevitablemente, nuestros resultados se han visto afectados por este entorno", argumentó Ackermann.
No obstante, el presidente agregó que la entidad se ha "beneficiado significativamente" de ciertas decisiones en materia de "recalibración" y reducción de riesgos en su sección de inversión y de refuerzo de su posición y liquidez en su sección minorista.
El beneficio antes de impuestos del Deutsche Bank en los tres primeros trimestres del ejercicio se situó en los 5.700 millones de euros, 2.500 millones de euros más en términos interanuales. Los ingresos netos en los primeros nueve meses del año ascendieron a 26.300 millones de euros, 5.200 millones de euros más o un 25 por ciento más que entre enero y septiembre de 2010.
El Deutsche Bank indicó asimismo que su ratio de capital "Core Tier 1" se situó al final del tercer trimestre en el 10,1 por ciento, ligeramente por debajo del 10,2 por ciento que obtuvo al final del segundo trimestre de este ejercicio.
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