Para el PP esta cifra de paro es algo más. Pese a la herencia envenenada que implica para el próximo Gabinete, supone un añadido importante para dar todavía mayor solidez al discurso que Mariano Rajoy viene emitiendo desde que, a finales de julio pasado, Zapatero anunció el anticipo electoral a noviembre. Con la encuesta que hoy ha dado a conocer el INE, el PP no encontrará mejor argumento para seguir colocando el problema del paro en el frontispicio de su campaña electoral, comentan fuentes del equipo económico de este partido.

Lo que nadie discute a estas alturas es que el ajuste en el mercado de trabajo no ha terminado y para demostrarlo no hace falta sino remitirse a los datos de paro registrado en las oficinas del Inem durante agosto y septiembre. En plena canícula veraniega se sumaron más de 50.000 parados y a la vuelta de vacaciones la cifra se disparó en casi 96.000 más.

Si atendemos a los ficheros de los servicios públicos del Inem, el número de desempleados suma 4.017.764 millones, aunque el último mazazo para el Gobierno antes de la cita con las urnas llegará el próximo 3 de noviembre cuando se conozcan los datos de paro registrado correspondientes a octubre.

La última EPA daba cuenta de 4.833.700 parados, un drama que hoy se se ha visto alimentado con las cifras del tercer trimestre hasta rozar la fatídica frontera de los cinco millones. La campaña de Alfredo Pérez Rubalcababa, dañada por la reciente reforma constitucional y la lluvia permanente de malos datos económicos, ha sufrido hoy otro duro golpe.