El Tesoro italiano se ha visto obligado a ofrecer una rentabilidad del 6,06%, la más alta desde la introducción del euro, para colocar 2.979,6 millones de euros en bonos a diez años a pesar de los compromisos alcanzados por los líderes europeos en la última cumbre de la UE.
La subasta, que partía con el objetivo de colocar hasta 3.000 millones de euros en bonos con vencimiento en marzo de 2022, contó con escaso interés por parte de los inversores, lo que arrojó una ratio de cobertura de apenas 1,27 veces y elevó un 3,4% los costes de la emisión para el Tesoro respecto a la última operación de este tipo, cuando tuvo que ofrecer un interés del 5,86%.
Al mismo tiempo que esta emisión, el Tesoro italiano realizó una emisión de deuda a tres años por importe de 3.083,5 millones de euros, por debajo de los 3.250 millones fijados como objetivo, por la que tuvo que pagar un interés del 4,93%, el más alto desde noviembre del 2000 y un 5% superior al de la última operación similar.
El diferencial de la deuda italiana a diez años respecto a la alemana se ampliaba a 380 puntos básicos, con un rendimiento del 5,985%, frente a los 370 puntos básicos de la apertura.
En el caso de los bonos españoles a diez años, el 'spread' respecto a la deuda alemana escalaba a 330 puntos básicos, frente al nivel próximo a los 310 puntos básicos registrado en la apertura de los mercados europeos.