La actriz madrileña Maribel Verdú, ganadora de la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) en reconocimiento a su carrera, ha confesado que para ella lo mejor se ser actriz es "la posibilidad de evitar consultas con el psicoanalista", ya que "te pasas el día haciendo personajes distintos y metiéndote en cabezas diferentes", además de conocer gente y viajar.
Verdú, que participa junto a Leticia Dolera y Luisa Gavasa en el drama De tu ventana a la mía de Paula Ortiz, ha reconocido que "hacer de mala" es "lo mejor" que le ha pasado. "Eso de hacer sufrir a los demás en el cine y no tener mala conciencia es una gozada", ha manifestado, al tiempo que ha recordado que solo ha hecho de mala en dos ocasiones, en La Celestina y en Gente de mala calidad.
En cuanto al galardón que el certamen vallisoletano le ha entregado en reconocimiento a su carrera, ha admitido que lo recibe con "mucha alegría entusiasmo y gratitud", sobre todo por la ilusión que suscita entre sus allegados, y ha precisado que espera que el galardón solo sea "a mitad de carrera".
"Las mejores cosas que me han pasado en la vida me han llegado de sopetón", ha señalado la actriz protagonista de películas como Y tu mamá también o El laberiento del fauno, entre otras, quien ha indicado que no piensa en el futuro de su carrera, puesto que "la vida" le ha demostrado "que no sirve de nada hacer planes a largo plazo".
"No miro hacia atrás, soy muy poco reflexiva. No me imagino sola en casa reflexionando sobre mi pasado. Sé que está ahí y ya está. Además en esta profesión da igual lo que hayas hecho, te van a examinar por lo que hagas ese año o ese día", ha insistido Verdú, quien ha explicado que nunca se plantea sueños porque le encanta que le sorprenda la vida.
Respecto a la posibilidad de dar un giro a su carrera y, al igual que otros actores, dirigir alguna cinta, la experimentada actriz ha indicado que no lo contempla ni siquiera en un futuro, puesto que no le atrae la idea de tomar decisiones tan difíciles. "Yo necesito vestirme y disfrazarme. Hay talentos muy raros que han dado el paso, porque sabemos técnicamente muchísimo, pero no es solo la teoría", ha explicado.
La madrileña ha destacado también su preferencia por el directo, en consonancia con su forma de ver la vida. "Si algo me caracteriza, y es de lo que más orgullosa estoy a pesar de los palos que me da, es la espontaneidad. Me encanta, pero a la vez me digo: madre mía, un poquito de calculadora Maribel".
Verdú, que acaba de finalizar el rodaje de la película Fin y ya trabaja en un nuevo proyecto junto a Elías Querejeta, ha reconocido que no le gusta leer lo que se escribe sobre ella, especialmente en Internet. "Hay 10.000 comentarios buenos, pero si hay uno malo me voy a acordar todo el día de él, lo mismo que con las críticas".
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