Mientras vemos cómo el creciente uso de smartphones y tabletas en España contribuye al rápido aumento del consumo de medios de comunicación online, empezamos, asimismo, a percibir que este tipo de dispositivos suponen un objetivo más prioritario para los ciberdelincuentes. Cuando se producen acontecimientos importantes, la mayor demanda de información por parte de los internautas es aprovechada como cebo para cometer delitos digitales.
En las últimas semanas, se ha detectado una significativo crecimiento de propagación de noticias, fotografías y vídeos falsos con el propósito de infectar los ordenadores de las personas que accedan para acometer distintos tipos de fraude, tal y como advierte la Oficina de Seguridad del Internauta del Inteco (Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación).
La noticia de la muerte de Steve Jobs, la de Gadafi y el anuncio del cese de la violencia de ETA son los cebos recientes que más se han utilizado en España para cometer fraude on line. Los engaños con este tipo de acciones comienzan con la petición al usuario de una serie de datos personales alegando algún motivo de seguridad o fallo en el sistema para requerir esa información. El usuario, confiado en la legitimidad de la entidad que los solicita, responde facilitando sus datos personales, siendo estos, posteriormente, utilizados con una finalidad espuria, según ponen de manifiesto informes del propio Inteco.
Pérdidas monetarias y de marca
Más allá de las pérdidas monetarias, se pueden producir otras importantes como la merma efectiva de clientes y el desgaste de imagen corporativa y de marca. Además, entre las consecuencias inmediatas del fraude a través de Internet destaca el freno que supone al desarrollo de una economía basada, cada vez más, en transacciones electrónicas, limitando la entrada de nuevos usuarios de servicios online. En las últimas semanas, se han detectado emails, enlaces en webs, mensajes de texto y aplicaciones en las plataformas de las redes sociales que invitan a descargar fotografías, videos o lectura de textos que en que en su lugar instalan un virus.
Los mayores esfuerzos de los ciberdelincuentes se basan, en la actualidad, en acometer fraude en los smartphones y las tabletas dado su creciente uso. Según los últimos datos de comScore, líder en la medición digital, el consumo de medios digitales impulsado la progresiva adquisición de este tipo de dispositivos supone que el tráfico web por esta vía represente el 4,6% del tráfico digital en Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido. Todo un filón, sin duda, para los ciberdelincuentes.
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