Si la banca española está protegida ante la crisis de deuda griega, con apenas 448 millones en sus balances, el antídoto rebaja su dosis cuando el ejercicio se traslada a Italia. La exposición de las entidades financieras nacionales a la deuda transalpina se incrementa hasta los 7.408 millones, la de mayor volumen de los cuatro países periféricos de la zona del euro. Una cifra poco significativa, ya que apenas significa el 0,22% en el porcentaje total de la exposición española a la deuda de todos los países de la zona del euro, que, sin embargo, podría dañar las cuentas de alguna entidad si se aplicase una importante quita en el futuro, como ha sucedido con Grecia.
Precisamente, el anuncio de referéndum en el país heleno sobre las medidas de ajuste solicitadas por la troika (Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo) se trasladó ayer a los mercados en forma de castigo hacia el bono italiano. Su prima de riesgo, el diferencial del bono italiano frente al bund alemán, se elevó hasta los 450 puntos básicos, lo que obligó al gabinete de Silvio Berlusconi a convocar de urgencia una reunión de la Comisión para la Salvaguardia de la Estabilidad Financiera.
Según los datos publicados ayer por el Banco de españa en su Informe de Estabilidad Financiera, la banca nacional cuenta con una cartera de deuda soberana de Grecia, Portugal, Italia e Irlanda que supear los 13.000 millones de euros. Además, de los 7.408 millones en Italia, el desglose se efectúa del siguiente modo: 448 millones de exposición a Grecia; 79 millones en Irlanda y 5.492 millones en Portugal. De esta última, Santaner y BBVA son las entidades que soportan más deuda lusa en sus balances. El peso en balance de la deuda pública de los países de la zona del euro que registran mayores tensiones es del 0,4 %
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