A falta de los datos que hoy arroje el CIS, las encuestas que manejan los socialistas a dos semanas de las elecciones son demoledoras, tanto que su única esperanza es conseguir la movilización de dos millones largos de votantes de izquierda refugiados en la indecisión para intentar frenar una mayoría absoluta del PP que se presume histórica.
De todos los sondeos que examina el comité electoral, el que arroja claves más profundas sobre la debacle ha sido el elaborado desde la Fundación Sistema bajo la supervisión de los sociólogos José Félix Tezanos y Verónica Díaz. Con una muestra de 1.724 entrevistas personales, admite un margen de error de solo el 2%. Lo que revela esta encuesta es muy preocupante para el PSOE ya que, aparte de pronosticar 14 puntos de distancia a favor del PP, revela que los votantes tradicionales del puño y la rosa le han dado la espalda: solo el 24% de los trabajadores menos cualificados estarían dispuestos a respaldar a este partido, un dato que carece de antecedentes. La media hasta ahora ha sido del 35%, una circunstancia que refleja la celeridad con la que el PSOE ha perdido pie durante la crisis. Este sondeo anticipa que el 16% del voto de los trabajadores manuales será para el PP y que el 21% se refugiará en la abstención.
La demoscopia incorpora otros aspectos de la realidad igualmente desgraciados para Alfredo Pérez Rubalcaba. El voto joven, por ejemplo, ha emprendido una clara huida hacia el PP, de forma que Mariano Rajoy tendrá, si se cumplen estas previsiones, el 23% del apoyo de los menores de 30 años, frente al 16% del PSOE. Esta última formación política no tenía un nivel tan bajo de simpatía entre los jóvenes desde 1995.
Rajoy también se beneficiará el 20-N, sin duda, del alto porcentaje de fidelidad al PP que conservan quienes le votaron en 2008. Un 88% lo volverán a hacer, en contraste con la diáspora de fieles que ha sufrido el PSOE, superior al 40%. Hay otro indicador que avanza con claridad una severa derrota de los socialistas y tiene que ver con una pregunta a la que los sociólogos conceden una gran relevancia en las encuestas. ¿Qué partido cree que ganará las elecciones? En este caso, la respuesta es abrumadora a favor de Rajoy, con un 73%, porcentaje que en el caso del PSOE se reduce a un pobre 7%.
Otros datos sabrosos de la encuesta: una baja participación puede disparar al PP hasta el 50% de los votos mientras que el PSOE, con independencia del nivel de abstención, será muy difícil que sobrepase la frontera del 32%, cosechando uno de los peores resultados en unas legislativas. Y más aún con vistas al debate televisivo del lunes: el cambio en la opinión pública es tan profundo que ni siquiera en el supuesto de que Rajoy metiera gravemente la pata en la campaña, cambiarían las tendencias electorales.
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