La campaña electoral tendrá dos claros protagonistas y no son Rubalcaba ni Rajoy. La economía y el empleo serán los temas sobre los que más se hablará de aquí a que se cierren las urnas. La última Encuesta de Población Activa y los datos del paro de octubre ilustran muy bien por qué: España se encuentra al borde del abismo de los cinco millones de desempleados y los últimos sondeos del CIS sitúan el paro entre las mayores preocupaciones de los españoles.
Para saber cómo piensan combatir el desempleo los partidos que concurren a las elecciones, Vozpópuli ha revisado las propuestas en materia de empleo de las principales fuerzas políticas y ha consultado con varios expertos. Trabajo a tiempo parcial, empleo autónomo y participación público-privada en los servicios de empleo son algunos de los temas comunes que comparten PSOE, PP, IU, UPyD, PNV, CiU (disponible sólo en catalán) y el recién estrenado EQUO, con más coincidencias de las que cabría imaginar a pesar de las diferencias ideológicas.
Autónomos y jóvenes, colectivos prioritarios
España registra la mayor tasa de desempleo juvenil de la Unión Europea, con uno de cada dos menores de 25 años en esta situación. UPyD, CiU y Equo no mencionan a este colectivo en sus programas, que sí entra en las previsiones para la próxima legislatura del resto de partidos.
IU propone bonificar los contratos a los menores de 35 años, mientras que PP recomienda a los jóvenes españoles optar por el empleo autónomo. PSOE y PNV proponen un paquete más amplio de medidas, con algunas coincidencias entre ambos, como el apoyo a los jóvenes que no han acabado la enseñanza obligatoria. Además, socialistas y populares están de acuerdo en fomentar el autoempleo para reducir el desempleo juvenil.
Entre las medidas que presentan los socialistas, se encuentra la creación de un “primer contrato”. Fernando Valdés, catedrático de Derecho del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid, resalta la necesidad de aprobar medidas que beneficien la creación de empleo entre los más jóvenes, a su juicio “el colectivo más castigado por las cifras del paro”. Sin embargo, avisa de que hay que “conocer la letra pequeña”, y pone como ejemplo a Alemania, que cuenta con una medida de este tipo pero también con “un millón de jóvenes en situación absolutamente precaria”.
PNV, por su parte, prefiere las becas al “primer contrato” que del PSOE. Los nacionalistas vascos igualarían a los becarios con los profesionales y reservarían plazas para jóvenes en proyectos de investigación, fomentando la colaboración con instituciones internacionales.
En cuanto a los autónomos, quizá sea el tema en el que más semejanzas presentan las propuestas. La equiparación con la situación de los trabajadores por cuenta ajena aparece en los programas de PNV y Equo, partido este último que coincide con los populares en la modificación del IVA, y con IU y PSOE en que se debe fomentar el emprendimiento y la creación de pequeñas y medianas empresas para generar puestos de trabajo.
CiU se suma a la reforma del IVA, y apuesta además por una modificación de la fiscalidad para los autónomos, con una exenciones en los impuestos de IRPF y Sociedades a los nuevos emprendedores que facturen menos de 30.000 euros anuales y bonificaciones de la totalidad de las cotizaciones a este tipo de trabajadores durante los dos primeros años.
En este sentido, Valdés califica de manera positiva “todo lo que sea ayuda a autónomos y emprendedores, que han sido uno de los grandes sujetos de la crisis”, a través del establecimiento de “canales de ayuda” para este colectivo. Sobre los beneficios fiscales a autónomos tiene “una idea muy clara: para bajar la imposición de los autónomos hay que reformar previamente su sistema de tributación”, con la finalidad de que estos beneficios no se apliquen “indiscriminadamente”. “Las reducciones impositivas deben ser muy selectivas y con una garantía de que se está ayudando a quien verdaderamente lo necesita”, añade.
La temporalidad, un mal endémico en el mercado de trabajo español
La creación de empleo estable se ha convertido en una prioridad, si atendemos al lenguaje empleado en los programas electorales. PSOE y UPyD proponen acabar con la temporalidad desde el primer momento: la contratación. Los socialistas plantean la modificación de los contratos temporales para que las empresas prefieran optar por otras vías, mientras que los de magenta abogan por eliminarlos totalmente y convertir todos los contratos en indefinidos, excepto para cubrir bajas temporales.
Guillem López Casasnovas, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Pompeu Fabra, no comparte los razonamientos de la formación de Rosa Díez. Según López Casasnovas, el movimiento adecuado sería el contrario, eliminando “los obstáculos a la prórroga de contratos temporales”.
Fernando Valdés señala una falta de “voluntad política” para combatir la temporalidad desde hace más de 25 años. “Lo que tiene que hacer el legislador de una vez por todas es tomar las medidas adecuadas; evitar que la temporalidad sea un instrumento de obligado tránsito en las empresas de manera injustificada y defraudada”. Para atajar este problema, reconoce que hay que tomar otras medidas, como modificar los despidos y “clarificar la situación de entrada y salida” de la empresa.
La temporalidad no parece ser una preocupación para el PP, que propone a los electores una mayor presencia de las empresas de trabajo temporal. En este sentido, López Casasnovas matiza que “no se trata de darles mayor protagonismo, sino de remover los impedimentos actuales”. Valdés, por el contrario, apuesta por mejorar los servicios públicos de empleo.
El resto programas no contempla el trabajo temporal, si bien recogen la modificación y reducción de los tipos de contrato. Los populares ya lanzaron públicamente su idea de un contrato único, mientras que PNV y Equo se limitan a solicitar una reducción en las tipologías. CiU transformaría el contrato de fomento de la contratación indefinida en un contrato indefinido ordinario, con una indemnización por despido de 33 días al año.
Las propuestas de contrato único de PP y UPyD significarían, según Valdés, “convertir a todos los trabajadores de este país en temporales”, además de que esta fórmula aún no se ha empleado en ningún país europeo. Simplemente serviría para maquillar las cifras de empleo, ya que “desde el punto de vista estadístico, todos tendrían contratos indefinidos pero, al mismo tiempo, todos estarían de forma efectiva y real en la temporalidad”.
Distintos partidos, mismas propuestas
Los programas electorales presentan coincidencias en varias propuestas laborales. Es el caso de la implantación de jornadas de 35 horas semanales, que recogen de forma directa Equo e IU, que piden la aprobación de una ley que establezca este tipo de horarios. UPyD hace una mención indirecta, sugiriendo que las empresas españolas apliquen los horarios habituales en otros países.
Valdés tacha esta iniciativa de “frivolidad” y la considera inadecuada en estos momentos, sobre todo si se aplica con el objetivo de crear nuevos puestos de trabajo. “Reducir a 35 horas puede mejorar la calidad de vida de unos pocos pero desde luego no va a generar empleo”, concluye.
La colaboración público-privada en los servicios de empleo es otro tema presente en más de un programa. Concretamente, PP, PSOE, UPyD y CiU plantean este tipo de colaboración, además de coincidir en otra propuesta más. Según recogen los cuatro partidos, los convenios de cada empresa deberían tener un mayor peso que los externos, ya sean sectoriales o geográficos, si bien CiU prefiere que los convenios autonómicos pesen más que los estatales.
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