Los mercados ayer se alegraron cuando se puso sobre la mesa la posibilidad de una dimisión de Silvio Berlusconi, por lo que la Bolsa de Milán fue la única de las grandes plazas europeas que finalizó al alza. La deuda, eso sí, continúa con un varapalo tremendo. Por su lado, Sarkozy presentó un plan de medidas de ajuste para defender con uñas y dientes la Triple A. El mercado continúa mirando con malos ojos a Francia y su deuda fue la más presionada del viejo continente, junto a la transalpina. En Grecia intentan poner orden en pleno caos. Y en España, los mercados nos trataron como hacen últimamente: castigo, aunque algo menos que a los países vecinos.
De momento, el bono italiano cerró ayer en el 6,51%, después de elevar su rendimiento en 14 puntos básicos, un 2,2%. La prima de riesgo quedó en 469 puntos, una cota claramente de rescate. Italia sólo tiene a Portugal, Irlanda y Grecia con tipos más altos en su deuda ahora mismo en Europa. Pero Irlanda fue rescatada con menos prima de riesgo que el país que comanda por ahora Berlusconi, ya que cayó al 6,50%, pero Alemania estaba en el entorno del 2,5%.
Así, los inversores aplaudieron con alegría cercana a la euforia cuando saltaron los rumores de que il cavagliere podría dimitir, asediado por las fugas en su partido. Mientras las Bolsas europeas cedían terreno con claridad (mención especial para el Ibex, que perdió un 1,40%), el FTSE Mib italiano mejoró un 1,32%, aunque lejos de los máximos del día, cuando llegó a avanzar más de un 3%,
En Francia, por su lado, tuvo lugar un consejo de ministros extraordinario en el que Sakzozy y Fillon se apresuraron a anunciar medidas de reforma y austeridad a toda prisa. Todo, con una intención clara: defender la Triple A, que parece ser un escudo insuperable contra los embates del mercado y a corto plazo, frenar de paso el castigo de que son objeto.
El asunto no cuajó, ya que el bono galo finalizó con un repunte de su rentabilidad del 2,2%, hasta el 3,11%, después de elevar su tipo en siete puntos básicos. La prima de riesgo sigue estable en el entorno de los 130 puntos básicos, una cota en la que, de momento, el activo francés de referencia aguanta.
Ligero goteo
El bono español continúa cediendo terreno, como un ligero goteo que, aunque pequeño, evidencia que hay hemorragia. El 5,60% es más que preocupante, al igual que la prima de riesgo de casi 380 puntos básicos.
El Banco Central Europeo (BCE) redobla sus compras en el mercado, evitando males mayores. España, sin duda, se está beneficiando de no estar en el punto de mira de los inversores más agresivos. La cercanía de las elecciones ha dado cierta tregua en los mercados, que parecen comprender que ahora mismo no es posible esperar nada de calado en nuestro país.
Además, las encuestas predicen un Gobierno fuerte del PP, que parece decidido a tomar medidas que enderecen el gasto público y el déficit. Otra cosa será la deuda y sus vencimientos el año que viene, aunque si los políticos consiguen recortar la rentabilidad en el mercado secundario, el escenario se presenta más apacible.
Mención aparte merece Grecia, envuelta en un cambalache de tensión política, formación de Gobierno nacional, convocatoria de elecciones y repudio general del actual primer ministro. Que a estas alturas el bono heleno esté en el 32% es más una anécdota que otra cosa. Lo importante es ver qué pueden hacer en Grecia para desbloquear las ayudas comunitarias.
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