Las previsiones económicas de otoño de la Comisión Europea publicadas hoy suponen así una fuerte revisión a la baja de los cálculos que había hecho en su informe de primavera, en la que predijo todavía un crecimiento del 1,8 % para 2012 en la zona del euro y del 1,9 % para el conjunto de la UE.
La Comisión Europea prevé, no obstante, que las economías de la zona del euro y de la UE se recuperarán paulatinamente en 2013, pero las tasas permanecerán "mediocres", con tasas de crecimientos del 1,3 y del 1,5 %, respectivamente, indica el Ejecutivo comunitario.
Estas malas perspectivas se deben al fuerte deterioro de la confianza en los mercados de la UE y de la zona del euro debido a la crisis de la deuda. Eso afecta negativamente a la demanda con caídas del consumo público -a causa de las medidas de austeridad- y del consumo privado, así como el aplazamiento o cancelación de las inversiones de las empresas.
El documento advierte de que ningún grupo de países de la UE escapará al estancamiento previsto, si bien persistirán diferencias en el crecimiento.
ESTANCAMIENTO GENERALIZADO
La CE alerta de que la creación de empleo se va a estancar asimismo en 2012, y que la prevista recuperación del crecimiento que se prevé para la segunda mitad del ejercicio próximo es "demasiado moderada" como para poder lograr un impacto apreciable en el paro.
"No se espera que el desempleo se reduzca en el horizonte previsto", recalca, aunque señala que la situación de los mercados de trabajo seguirá siendo muy diferente en los distintos países comunitarios.
Mejores noticias hay sobre la salud de las finanzas públicas, ya que el déficit fiscal de la UE ascenderá al 4,7 % y el de la zona del euro al 4,1 % en 2011, año que "marca el cambio de la estabilización a la consolidación", afirma la Comisión Europea. Para 2012, los déficit bajarán al 3,9 % en la UE y al 3,4 % en la zona del euro.
En este sentido, la deuda pública respecto al PIB de la UE experimentará un incremento al 85 % el próximo año, pero se estabilizará en 2013. En los 17 países que comparten la moneda común, la deuda agregada incluso es mayor, al situarse en 2011 en el 88 % y subir al 90,4 % el próximo año e incluso al 90,9 % el siguiente. Además, la inflación se mantendrá por debajo del 2 % en 2012.
En vista al frágil crecimiento del PIB en la UE y en la zona del euro, "el riesgo de una recesión no se puede despreciar", afirma la Comisión Europea. Los principales riesgos provienen de las preocupaciones en torno a la crisis de la deuda soberana, la industria financiera y el comercio mundial.
No obstante, la Comisión también transmite una nota positiva: considera que la confianza "podría regresar antes de lo previsto", impulsando la inversión y el consumo privado.
El crecimiento global podría resultar más resistente de lo previsto y podría apoyar así las exportaciones netas de la UE, calcula el Ejecutivo comunitario.
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